Enfrentado a la oposición de legisladores que responden a un electorado cubanoamericano, el gobierno del presidente Barack Obama prometió --por escrito-- que los cambios de la política hacia Cuba incluidos en el proyecto de ley presupuestaria del 2009 realmente no se implementarán.

La promesa funcionó: el martes en la noche los legisladores aprobaron la ley de gastos de $410,000 millones, que incluye cláusulas controversiales que facilitan los viajes y el comercio con Cuba al eliminar el dinero para hacer cumplir las restricciones.
La medida se aprobó en el Senado en votación a viva voz, después que los senadores acordaron 62 a 35 poner fin al debate. Con el fin de asegurar dos votos de senadores que habían prometido bloquear todo el proyecto, el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, aseguró a los senadores demócratas Bill Nelson (Florida), y Bob Menéndez (Nueva Jersey), que el gobierno interpretaría la nueva ley de manera tan estricta que, de hecho, no tendrá efecto.
La carta de Geithner a los dos senadores los convenció de votar a favor de la medida. Por su parte, el representante José E. Serrano, demócrata por Nueva York y autor de la enmienda relacionada con Cuba, advirtió que la ley no está sujeta a "interpretación creativa'' y prometió ‘‘un enfrentamiento''.
"El Departamento del Tesoro va a tratar [de encontrar grietas] en la ley y la Comisión de Asignaciones [de la Cámara] tendrá que recordarle quién es el Congreso'', declaró Serrano a The Miami Herald. "[Si lo hace] el Tesoro infringirá la ley. Habrá un enfrentamiento. El asunto principal no será el representante Serrano, sino que se están comportando como el gobierno de Bush''.
La ley de presupuesto, que ya se aprobó en la Cámara crea una licencia general de viaje para los estadounidenses que deseen viajar a Cuba para negocios agrícolas y del sector de salud. También permite a Cuba pagar las importaciones estadounidenses al llegar a territorio nacional --en vez de antes de salir de EEUU-- y elimina los fondos para hacer cumplir las restricciones a los viajes familiares implementadas por el gobierno de Bush.
Siga leyendo el artículo del diario El Nuevo Herald de Miami

La promesa funcionó: el martes en la noche los legisladores aprobaron la ley de gastos de $410,000 millones, que incluye cláusulas controversiales que facilitan los viajes y el comercio con Cuba al eliminar el dinero para hacer cumplir las restricciones.
La medida se aprobó en el Senado en votación a viva voz, después que los senadores acordaron 62 a 35 poner fin al debate. Con el fin de asegurar dos votos de senadores que habían prometido bloquear todo el proyecto, el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, aseguró a los senadores demócratas Bill Nelson (Florida), y Bob Menéndez (Nueva Jersey), que el gobierno interpretaría la nueva ley de manera tan estricta que, de hecho, no tendrá efecto.
La carta de Geithner a los dos senadores los convenció de votar a favor de la medida. Por su parte, el representante José E. Serrano, demócrata por Nueva York y autor de la enmienda relacionada con Cuba, advirtió que la ley no está sujeta a "interpretación creativa'' y prometió ‘‘un enfrentamiento''.
"El Departamento del Tesoro va a tratar [de encontrar grietas] en la ley y la Comisión de Asignaciones [de la Cámara] tendrá que recordarle quién es el Congreso'', declaró Serrano a The Miami Herald. "[Si lo hace] el Tesoro infringirá la ley. Habrá un enfrentamiento. El asunto principal no será el representante Serrano, sino que se están comportando como el gobierno de Bush''.
La ley de presupuesto, que ya se aprobó en la Cámara crea una licencia general de viaje para los estadounidenses que deseen viajar a Cuba para negocios agrícolas y del sector de salud. También permite a Cuba pagar las importaciones estadounidenses al llegar a territorio nacional --en vez de antes de salir de EEUU-- y elimina los fondos para hacer cumplir las restricciones a los viajes familiares implementadas por el gobierno de Bush.
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