El índice de aprobación del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, subió en mayo, así como también creció la intención de voto de su preferida para sucederle en la jefatura del Estado, la ministra de la Presidencia, Dilma Rousseff, según una encuesta divulgada ayer.
De acuerdo con el sondeo del Instituto Sensus, el índice de popularidad de Lula subió desde 76.2 por ciento en marzo hasta 81.5 por ciento en mayo y la evaluación positiva de su Gobierno se elevó desde 62.4 por ciento en marzo hasta 69.8 por ciento en mayo.
Los índices regresaron prácticamente a los niveles récords en que estaban en septiembre del 2008, antes de que el agravamiento de la crisis económica afectara la popularidad del gobernante.
De la misma forma, se elevó el porcentaje de brasileños dispuestos a elegir a Rousseff como sucesora de Lula en las presidenciales del 2010, al punto de que la ministra, por primera vez, ya empata técnicamente con el opositor José Serra en la encuesta espontánea (en que no se sugiere ningún nombre al elector).
De acuerdo con la encuesta espontánea para las próximas elecciones presidenciales, Serra es el favorito del 5.7 por ciento, seguido por Rousseff, que tiene un 5.4 por ciento. Se trata de un empate técnico ya que el margen de error es de 3 puntos porcentuales.
En la encuesta de marzo pasado, Serra, actual gobernador del estado de Sao Paulo y líder del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), tenía un cómodo 8.8 por ciento de las intenciones y la ministra el 3.6 por ciento.
Por detrás de Serra y de Rousseff en la encuesta espontánea se ubican el gobernador de Minas Gerais, Aecio Neves (otro dirigente del PSDB), con un 3.0 por ciento,, el diputado y ex candidato presidencial Ciro Gomes, del Partido Socialista Brasileño (1.1 por ciento).
La encuesta espontánea para presidente es liderada por Lula, con el 26.2 por ciento de la intención de voto, contra el 16.2 por ciento en marzo, pero el presidente, por limitaciones constitucionales, no puede aspirar a un tercer mandato consecutivo.
Pese a que algunos legisladores oficialistas defienden una enmienda constitucional que le permita presentarse en las elecciones del próximo año, Lula ha dicho que no tiene intención de hacerlo y que apoyará la posible candidatura de Rousseff.
La candidatura presidencial de la ministra no ha sido postulada oficialmente, pero Rousseff cuenta no sólo con el respaldo de Lula sino también con el de los dirigentes del oficialista Partido de los Trabajadores (PT).
Ese apoyo fue reiterado el mes pasado luego de que Rousseff admitiera que se está sometiendo a un tratamiento de quimioterapia para evitar la reaparición de tumores malignos en el sistema linfático, como uno que ya extirpó a finales de abril.
De acuerdo con la encuestadora Sensus, el crecimiento de la intención de voto de la ministra muestra que los electores ya comienzan a identificarla como la candidata de Lula y que no consideran que la enfermedad afecte sus aspiraciones.
Fuente: Diario El Nuevo Herald de Miami
De acuerdo con el sondeo del Instituto Sensus, el índice de popularidad de Lula subió desde 76.2 por ciento en marzo hasta 81.5 por ciento en mayo y la evaluación positiva de su Gobierno se elevó desde 62.4 por ciento en marzo hasta 69.8 por ciento en mayo.
Los índices regresaron prácticamente a los niveles récords en que estaban en septiembre del 2008, antes de que el agravamiento de la crisis económica afectara la popularidad del gobernante.
De la misma forma, se elevó el porcentaje de brasileños dispuestos a elegir a Rousseff como sucesora de Lula en las presidenciales del 2010, al punto de que la ministra, por primera vez, ya empata técnicamente con el opositor José Serra en la encuesta espontánea (en que no se sugiere ningún nombre al elector).
De acuerdo con la encuesta espontánea para las próximas elecciones presidenciales, Serra es el favorito del 5.7 por ciento, seguido por Rousseff, que tiene un 5.4 por ciento. Se trata de un empate técnico ya que el margen de error es de 3 puntos porcentuales.
En la encuesta de marzo pasado, Serra, actual gobernador del estado de Sao Paulo y líder del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), tenía un cómodo 8.8 por ciento de las intenciones y la ministra el 3.6 por ciento.
Por detrás de Serra y de Rousseff en la encuesta espontánea se ubican el gobernador de Minas Gerais, Aecio Neves (otro dirigente del PSDB), con un 3.0 por ciento,, el diputado y ex candidato presidencial Ciro Gomes, del Partido Socialista Brasileño (1.1 por ciento).
La encuesta espontánea para presidente es liderada por Lula, con el 26.2 por ciento de la intención de voto, contra el 16.2 por ciento en marzo, pero el presidente, por limitaciones constitucionales, no puede aspirar a un tercer mandato consecutivo.
Pese a que algunos legisladores oficialistas defienden una enmienda constitucional que le permita presentarse en las elecciones del próximo año, Lula ha dicho que no tiene intención de hacerlo y que apoyará la posible candidatura de Rousseff.
La candidatura presidencial de la ministra no ha sido postulada oficialmente, pero Rousseff cuenta no sólo con el respaldo de Lula sino también con el de los dirigentes del oficialista Partido de los Trabajadores (PT).
Ese apoyo fue reiterado el mes pasado luego de que Rousseff admitiera que se está sometiendo a un tratamiento de quimioterapia para evitar la reaparición de tumores malignos en el sistema linfático, como uno que ya extirpó a finales de abril.
De acuerdo con la encuestadora Sensus, el crecimiento de la intención de voto de la ministra muestra que los electores ya comienzan a identificarla como la candidata de Lula y que no consideran que la enfermedad afecte sus aspiraciones.
Fuente: Diario El Nuevo Herald de Miami
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