Los países reunidos en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de los Ocho (G-8) en la ciudad italiana de L´Aquila se comprometieron a movilizar al menos US$ 20.000 millones en los próximos tres años para combatir el hambre y garantizar la seguridad alimentaria.
Esto es lo que se desprende del documento final sobre seguridad alimentaria de la cumbre, en el que se explica que los países reunidos invertirán esa cantidad a través de "una estrategia coordinada e integral, centrada en el desarrollo sostenible de la agricultura".
En el texto se plasma además la necesidad de acompañar la asistencia alimentaria con la "expansión del empleo" y las políticas de apoyo a "minifundistas, mujeres y familias" para diseñar una política global de asistencia.
El documento que rubricaron los países participantes en este último día de la cumbre del G-8, que concluye hoy después de tres jornadas de reuniones, hace referencia además al cambio climático y recomienda la "gestión sostenible del agua, la tierra, el suelo y otros recursos naturales".
Por otro lado, subraya que la asistencia sanitaria y la educación contribuirán "a la productividad y el crecimiento económico", que traerá como consecuencia una mejoría mayor de la nutrición y la seguridad alimentaria en los países pobres.
El compromiso sobre seguridad alimentaria, promovido por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hace especial énfasis en que las iniciativas se lleven a la práctica de manera "sostenible" y subraya la importancia de estimular "el sector privado" en los países receptores de ayuda.
"Nos felicitamos por los compromisos adoptados por los países representados en L´Aquila, de movilizar 20.000 millones de dólares en tres años" para "asegurar el desarrollo duradero de la agricultura, al tiempo que mantienen su determinación de aportar una ayuda alimentaria de urgencia adecuada", indicaron los líderes del G8, las potencias emergentes y países africanos presentes en L´Aquila.
Asimismo, los líderes aseguraron que siguen "profundamente preocupados por la seguridad alimentaria mundial, el impacto de la crisis financiera y económica y la subida de los precios de los alimentos el año pasado, que afecta los países menos capaces de afrontar el agravamiento del hambre y de la pobreza".
"Aunque los precios de los alimentos de base han bajado respecto a sus niveles récord de 2008, siguen en niveles históricamente elevados e inestables", añadieron.
En la última jornada de la cumbre anual del G-8, el desarrollo se convirtió en el centro del debate, primero en un desayuno en el que participaron también varios mandatarios africanos, entre ellos los de Nigeria, Etiopía y Senegal, y después en una sesión de trabajo inaugurada por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
Fuente: Diario La Nación de Buenos Aires
Esto es lo que se desprende del documento final sobre seguridad alimentaria de la cumbre, en el que se explica que los países reunidos invertirán esa cantidad a través de "una estrategia coordinada e integral, centrada en el desarrollo sostenible de la agricultura".
En el texto se plasma además la necesidad de acompañar la asistencia alimentaria con la "expansión del empleo" y las políticas de apoyo a "minifundistas, mujeres y familias" para diseñar una política global de asistencia.
El documento que rubricaron los países participantes en este último día de la cumbre del G-8, que concluye hoy después de tres jornadas de reuniones, hace referencia además al cambio climático y recomienda la "gestión sostenible del agua, la tierra, el suelo y otros recursos naturales".
Por otro lado, subraya que la asistencia sanitaria y la educación contribuirán "a la productividad y el crecimiento económico", que traerá como consecuencia una mejoría mayor de la nutrición y la seguridad alimentaria en los países pobres.
El compromiso sobre seguridad alimentaria, promovido por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hace especial énfasis en que las iniciativas se lleven a la práctica de manera "sostenible" y subraya la importancia de estimular "el sector privado" en los países receptores de ayuda.
"Nos felicitamos por los compromisos adoptados por los países representados en L´Aquila, de movilizar 20.000 millones de dólares en tres años" para "asegurar el desarrollo duradero de la agricultura, al tiempo que mantienen su determinación de aportar una ayuda alimentaria de urgencia adecuada", indicaron los líderes del G8, las potencias emergentes y países africanos presentes en L´Aquila.
Asimismo, los líderes aseguraron que siguen "profundamente preocupados por la seguridad alimentaria mundial, el impacto de la crisis financiera y económica y la subida de los precios de los alimentos el año pasado, que afecta los países menos capaces de afrontar el agravamiento del hambre y de la pobreza".
"Aunque los precios de los alimentos de base han bajado respecto a sus niveles récord de 2008, siguen en niveles históricamente elevados e inestables", añadieron.
En la última jornada de la cumbre anual del G-8, el desarrollo se convirtió en el centro del debate, primero en un desayuno en el que participaron también varios mandatarios africanos, entre ellos los de Nigeria, Etiopía y Senegal, y después en una sesión de trabajo inaugurada por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
Fuente: Diario La Nación de Buenos Aires


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