El panorama es sombrío. El presidente tico y mediador en el conflicto hondureño, Óscar Arias, advirtió anoche sobre no hacerse “ilusiones” en cuanto a un acuerdo rápido, porque este proceso de diálogo podría tardar “más tiempo de lo imaginado”.
A juzgar porque no ocurrió el esperado cara a cara entre el presidente de Honduras, Roberto Micheletti, y el destituido Manuel Zelaya, el ambiente no es nada alentador. Micheletti retornó anoche al país. Este sorpresivo anuncio echó por la borda la expectativa de la comunidad internacional de lograr sentarlos a la mesa de negociación.
“No se trata de enemigos”
Tras escuchar los argumentos de ambas partes, el Premio Nobel de la Paz declaró que “el diálogo hace milagros, pero no inmediatos”, al reconocer que las posiciones siguen “muy distintas”.“Estas cosas toman tiempo, requieren paciencia para saber ceder y transigir. Ésa es la clave para llegar a acuerdos. Aquí no se trata de enemigos, sino de hermanos hondureños con diferencias políticas”.
Arias, quien señaló que Zelaya fue sacado del poder mediante un golpe de Estado, consideró que “hablar con franqueza y sinceridad ya es un paso positivo”, y afirmó que hizo un llamado a los dos políticos para que cesen los ataques entre sí.
El mediador confirmó que “la posición más importante” de Zelaya depende de su retorno al poder y advirtió sobre no hacerse “ilusiones” de un acuerdo rápido, porque este proceso de diálogo podría tardar “más tiempo de lo imaginado”. Aceptó que ambos no quieren reunirse por el momento hasta que sus comisiones avancen lo suficiente en las conversaciones.Dijo que los planteamientos de ambas partes son “muy convincentes”, pero evitó referirse a ellos.
“El tiempo va a permitir que las distancias se hagan más cortas y que nos podamos enfocar más en las coincidencias que en las discrepancias”, dijo el mandatario costarricense y Premio Nobel de la Paz en 1987, galardón que consiguió por sus esfuerzos en la pacificación de Centroamérica.“Las buenas noticias son que habrá que continuar con este diálogo. En este momento están los delegados, tanto del señor Micheletti como de Manuel Zelaya. Todo es relativo en la vida, pero pienso que se ha avanzado bastante.
Siga leyendo el artículo del diario La Prensa de Tegucigalpa, Honduras
A juzgar porque no ocurrió el esperado cara a cara entre el presidente de Honduras, Roberto Micheletti, y el destituido Manuel Zelaya, el ambiente no es nada alentador. Micheletti retornó anoche al país. Este sorpresivo anuncio echó por la borda la expectativa de la comunidad internacional de lograr sentarlos a la mesa de negociación.
“No se trata de enemigos”
Tras escuchar los argumentos de ambas partes, el Premio Nobel de la Paz declaró que “el diálogo hace milagros, pero no inmediatos”, al reconocer que las posiciones siguen “muy distintas”.“Estas cosas toman tiempo, requieren paciencia para saber ceder y transigir. Ésa es la clave para llegar a acuerdos. Aquí no se trata de enemigos, sino de hermanos hondureños con diferencias políticas”.
Arias, quien señaló que Zelaya fue sacado del poder mediante un golpe de Estado, consideró que “hablar con franqueza y sinceridad ya es un paso positivo”, y afirmó que hizo un llamado a los dos políticos para que cesen los ataques entre sí.
El mediador confirmó que “la posición más importante” de Zelaya depende de su retorno al poder y advirtió sobre no hacerse “ilusiones” de un acuerdo rápido, porque este proceso de diálogo podría tardar “más tiempo de lo imaginado”. Aceptó que ambos no quieren reunirse por el momento hasta que sus comisiones avancen lo suficiente en las conversaciones.Dijo que los planteamientos de ambas partes son “muy convincentes”, pero evitó referirse a ellos.
“El tiempo va a permitir que las distancias se hagan más cortas y que nos podamos enfocar más en las coincidencias que en las discrepancias”, dijo el mandatario costarricense y Premio Nobel de la Paz en 1987, galardón que consiguió por sus esfuerzos en la pacificación de Centroamérica.“Las buenas noticias son que habrá que continuar con este diálogo. En este momento están los delegados, tanto del señor Micheletti como de Manuel Zelaya. Todo es relativo en la vida, pero pienso que se ha avanzado bastante.
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