El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, comunicó anoche al primer ministro checo, Jan Fischer, que Washington retira su plan de construir una base de radares en la República Checa, según ha confirmado el propio Fischer en una rueda de prensa en Praga. Fuentes oficiales de la Casa Blanca habían informado al diario Wall Street Journal que Washington iba a archivar los planes de la anterior administración y no construir el escudo antimisiles proyectado en Polonia y República Checa.
La decisión, que previsiblemente limará tensiones con Rusia, país crítico desde un principio con los planes del Gobierno de George W. Bush, se ha adoptado después de comprobar que el programa armamentístico iraní no representa una amenaza inminente para Estados Unidos o las principales capitales europeas.
El actual presidente estadounidense, Barack Obama, ordenó estos análisis para determinar si rechazar o mantener una de las iniciativas más polémicas de su predecesor, quien llegó a reclamar que se iniciase la construcción del escudo en Europa antes de abandonar la Casa Blanca el pasado enero. Su plan pasaba por construir un sistema de radares en territorio checo y 10 interceptores de misiles en Polonia.
Ante esta información, el viceministro polaco de Asuntos Exteriores, Andrzej Kremer, ha hablado antes que Praga y había admitido que hay "grandes posibilidades" de que el escudo antimisiles de EE UU finalmente no sea desplegado en territorio de Polonia.
Sistemas regionales
La administración de Obama concluye ahora que los aliados de Estados Unidos en Europa sólo se ven amenazados por proyectiles de corto y medio alcance iraní y, por este motivo, la Casa Blanca sólo recomendará la construcción de sistemas de defensas regionales, según fuentes cercanas a las discusiones mantenidas durante las últimas semanas. Estos nuevos sistemas levantarían, al menos 'a priori', menos controversia que el inicialmente planeado desde Washington.
No obstante, Obama dejaría abierta la posibilidad de recuperar este proyecto si Irán progresa en la construcción de misiles hasta el punto de suponer un riesgo evidente.
Fuente: Diario El País de España
La decisión, que previsiblemente limará tensiones con Rusia, país crítico desde un principio con los planes del Gobierno de George W. Bush, se ha adoptado después de comprobar que el programa armamentístico iraní no representa una amenaza inminente para Estados Unidos o las principales capitales europeas.
El actual presidente estadounidense, Barack Obama, ordenó estos análisis para determinar si rechazar o mantener una de las iniciativas más polémicas de su predecesor, quien llegó a reclamar que se iniciase la construcción del escudo en Europa antes de abandonar la Casa Blanca el pasado enero. Su plan pasaba por construir un sistema de radares en territorio checo y 10 interceptores de misiles en Polonia.
Ante esta información, el viceministro polaco de Asuntos Exteriores, Andrzej Kremer, ha hablado antes que Praga y había admitido que hay "grandes posibilidades" de que el escudo antimisiles de EE UU finalmente no sea desplegado en territorio de Polonia.
Sistemas regionales
La administración de Obama concluye ahora que los aliados de Estados Unidos en Europa sólo se ven amenazados por proyectiles de corto y medio alcance iraní y, por este motivo, la Casa Blanca sólo recomendará la construcción de sistemas de defensas regionales, según fuentes cercanas a las discusiones mantenidas durante las últimas semanas. Estos nuevos sistemas levantarían, al menos 'a priori', menos controversia que el inicialmente planeado desde Washington.
No obstante, Obama dejaría abierta la posibilidad de recuperar este proyecto si Irán progresa en la construcción de misiles hasta el punto de suponer un riesgo evidente.
Fuente: Diario El País de España
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