Con la ausencia de casi todos los dirigentes del G8, el grupo de los ocho países más industrializados del mundo, y por iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), comienza este lunes en Roma. "Es una tragedia que los jefes de Estado del G8 no tengan la intención de asistir a la cumbre", comentó ayer Daniel Berman, de la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras.
La Cumbre Mundial sobre Seguridad Alimentaria, convocada por la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) "para dar un nuevo impulso a la lucha contra el hambre y la desnutrición", deberá establecer una nueva estrategia para frenar el aumento del número de personas con hambre en el mundo, que pasó de 850 millones en el 2008 a 1.020 millones en el 2009.

El problema es que el encuentro se hará "en medio de un clima de escepticismo", por la ausencia de los líderes de las mayores potencias industrializadas, según fuentes diplomáticas. El único líder de un país del G8 que estará presente es el primer ministro italiano Silvio Berlusconi.
En la jornada de hoy, los 193 países miembros de la FAO adoptarán una declaración -consultable por Internet-, que ha sido tildada de "decepcionante" por varias ONG y expertos.
"Nos comprometemos a adoptar medidas encaminadas a erradicar de manera definitiva el hambre lo antes posible", sostiene el texto, sin fijar una fecha concreta ni otorgar fondos especiales ante la nueva ola de hambrunas.
"No hay nada nuevo con respecto a los compromisos adoptados hace cinco años ni en el 2008, cuando acordaron reducir a la mitad para el 2015 el número de personas desnutridas", explicó Francisco Coy, delegado de Colombia ante la FAO.
El director general de la FAO, Jacques Diouf, pide inversiones por 44.000 millones de dólares anuales -hoy se invierten casi 7.900 millones- para los cerca de 2.000 millones de campesinos de los países pobres con el fin de reactivar el sector agrícola, clave para alimentar a los más de 9.000 millones de seres humanos que, se calcula, tendrá el planeta en el 2050.
Siga leyendo el artículo del diario El Tiempo de Bogotá, Colombia
La Cumbre Mundial sobre Seguridad Alimentaria, convocada por la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) "para dar un nuevo impulso a la lucha contra el hambre y la desnutrición", deberá establecer una nueva estrategia para frenar el aumento del número de personas con hambre en el mundo, que pasó de 850 millones en el 2008 a 1.020 millones en el 2009.

El problema es que el encuentro se hará "en medio de un clima de escepticismo", por la ausencia de los líderes de las mayores potencias industrializadas, según fuentes diplomáticas. El único líder de un país del G8 que estará presente es el primer ministro italiano Silvio Berlusconi.
En la jornada de hoy, los 193 países miembros de la FAO adoptarán una declaración -consultable por Internet-, que ha sido tildada de "decepcionante" por varias ONG y expertos.
"Nos comprometemos a adoptar medidas encaminadas a erradicar de manera definitiva el hambre lo antes posible", sostiene el texto, sin fijar una fecha concreta ni otorgar fondos especiales ante la nueva ola de hambrunas.
"No hay nada nuevo con respecto a los compromisos adoptados hace cinco años ni en el 2008, cuando acordaron reducir a la mitad para el 2015 el número de personas desnutridas", explicó Francisco Coy, delegado de Colombia ante la FAO.
El director general de la FAO, Jacques Diouf, pide inversiones por 44.000 millones de dólares anuales -hoy se invierten casi 7.900 millones- para los cerca de 2.000 millones de campesinos de los países pobres con el fin de reactivar el sector agrícola, clave para alimentar a los más de 9.000 millones de seres humanos que, se calcula, tendrá el planeta en el 2050.
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