Hijo de narco, hermano de narco y primo de narco, era el 'jefe de jefes' el capo más peligroso, el más perseguido y el más sanguinario. Beltrán Leyva era conocido como 'el barbas' o el 'botas blancas' pero también tenía tenía otros apodos muchos menos simpáticos como 'La muerte' gracias al rosario de cadáveres que dejaba allí donde el cártel de Sinaloa impone su ley.
En realidad el Ejército iba trás de Edgar Baldés Villareal, 'La barbie' y se encontró con algo más grande. Tan grande como el poder y la influencia que ejercía desde Colombia a Estados Unidos.
Su detención no fue fácil. Arturo Beltrán Leyva cayó abatido en Cuernavaca una ciudad a una hora del DF, lugar de descanso y fin de semana para las clases acomodadas de la capital, pero que ayer se convirtió en un campo de batalla cuando Ejército y sicarios se enfrentaron durante un buen rato sin que faltaran granadas, armas largas y muchas balas. Junto a el cayeron seis de sus escoltas, cinco abatidos y uno más que prefirió sucidarse.
El acoso a su entorno había empezado una semana antes durante una fiesta en Tepoztlan, un pequeño pueblo cerca de Cuernavaca. El Ejército irrumpió en una casa de la que se habían largado los peces gordos tan sólo un minuto antes de que llegaran los uniformados y en la que sólo quedaban un grupo de sicarios, más de 20 prostitutas y una banda de música norteña que amenizaba la fiesta y que también acabó entre rejas y dando muchas explicaciones.
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