Las grandes petroleras privadas nunca pidieron estar aquí, a 1.300 metros de la costa en el Golfo de México, excavando a través de más de ocho kilómetros de puras rocas. Es una forma costosa de buscar petróleo. Chevron Corp. le paga casi US$500.000 diarios al dueño de Clear Leader, una de las plataformas petrolíferas de excavación más nuevas y potentes. El nuevo pozo en la costa del estado de Luisiana, en Estados Unidos, se conectará a una enorme plataforma que flota cerca y cuya construcción le costó US$650 millones a Chevron. La primera fase del proyecto demoró más de 10 años y costó US$2.700 millones, sin garantías de que vaya a dar resultado.
Chevron acudió a este lugar ubicado a una hora en helicóptero al sur de Nueva Orleans porque el acceso a la mayoría de las partes donde hubiera preferido estar ?yacimientos grandes y fáciles de explotar cercanos a la costa? le ha sido vedado. En las últimas décadas, las petroleras occidentales fueron expulsadas de gran parte de Medio Oriente, les han confiscado sus activos en Venezuela y vieron cómo parte de EE.UU. se convertía en terreno prohibido debido a regulaciones medioambientales. Su acceso en Irán está limitado por las sanciones, en Rusia por los límites a la inversión extranjera y en Irak por la violencia.
Por eso, Chevron y otras grandes petroleras buscan petróleo mar adentro, donde descubren cantidades inesperadamente grandes de crudo, que sólo ellas tienen la tecnología y la capacidad financiera para explorar y producir.
Los primeros pozos del proyecto más reciente de Chevron en el Golfo de México empezaron a operar en mayo. La empresa ahora bombea 125.000 barriles diarios de petróleo, lo que la convierte en uno de los mayores productores del golfo. BP PLC anunció en septiembre el que podría ser el mayor hallazgo en el Golfo en los últimos años: un yacimiento que podría contener 3.000 millones de barriles.
Siga leyendo el artículo del diario The Wall Street Journal, Américas, publicado por el diario La Nación de Buenos Aires
Chevron acudió a este lugar ubicado a una hora en helicóptero al sur de Nueva Orleans porque el acceso a la mayoría de las partes donde hubiera preferido estar ?yacimientos grandes y fáciles de explotar cercanos a la costa? le ha sido vedado. En las últimas décadas, las petroleras occidentales fueron expulsadas de gran parte de Medio Oriente, les han confiscado sus activos en Venezuela y vieron cómo parte de EE.UU. se convertía en terreno prohibido debido a regulaciones medioambientales. Su acceso en Irán está limitado por las sanciones, en Rusia por los límites a la inversión extranjera y en Irak por la violencia.
Por eso, Chevron y otras grandes petroleras buscan petróleo mar adentro, donde descubren cantidades inesperadamente grandes de crudo, que sólo ellas tienen la tecnología y la capacidad financiera para explorar y producir.
Los primeros pozos del proyecto más reciente de Chevron en el Golfo de México empezaron a operar en mayo. La empresa ahora bombea 125.000 barriles diarios de petróleo, lo que la convierte en uno de los mayores productores del golfo. BP PLC anunció en septiembre el que podría ser el mayor hallazgo en el Golfo en los últimos años: un yacimiento que podría contener 3.000 millones de barriles.
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