Kirchner asumió como jefe de la Unasur

Con pedidos para que trabaje a "tiempo completo" y con "plazos exigentes", Néstor Kirchner asumió ayer la secretaría general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), un cargo que alcanzó gracias al gesto final del mandatario uruguayo José Mujica, que levantó el veto que su país le había impuesto al ex presidente.

Bajo una fuerte presión interna, Mujica le recordó a la presidenta Cristina Kirchner que estaba pagando un alto costo político con su decisión de avalar la postulación del todavía diputado y le reclamó mantener una relación de "buena fe" a cambio de la exigua fórmula que encontró para darle el visto bueno a Kirchner. "Hemos decidido acompañar el consenso de los presidentes para que se pueda dar este paso", fueron las palabras de Mujica, el segundo mandatario que tomó el micrófono durante el plenario, en la única parte que -por un especial pedido de la anfitriona- fue transmitida a los medios.

"Hemos tenido un conflicto todavía sin resolver, pero apostamos a la buena fe del pueblo argentino", reclamó el presidente uruguayo, y explicitó su preocupación. "Con contradicciones muy fuertes en nuestro país, a este presidente políticamente le cuesta el paso que da. Los gobiernos hacen lo que pueden, no lo que quieren", sostuvo. Kirchner, el beneficiado, esperaba fuera del salón donde sesionó el cuerpo en un cuarto aislado sin audio ni televisión.

La compleja fórmula que encontró Mujica para darle su aval a Kirchner fue matizada minutos más tarde por su canciller, Luis Almagro, que jugó con una indefinida explicación. "Acompañamos el consenso, pero [Mujica] no dijo que apoyábamos la candidatura. Hay un problema en la terminología. No existe votación ni abstención, sólo que ninguna parte se opone", agregó, rodeado de medios en la planta baja del hotel Sofitel de Los Cardales, donde se realizó la cumbre presidencial.

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