La pregunta puede ser planteada desde varios supuestos. Uno: que el ex presidente, y no otro, será único el candidato del oficialismo. Dos: que, aunque desde marzo hasta agosto la imagen positiva de la presidenta Cristina Fernández y su marido se fueron recuperando, este crecimiento no alcanzaría para ganar en primera vuelta. Y tres: que cualquier candidato "opositor" que enfrente a Kirchner en el ballottage debería ganar, porque la imagen negativa y el rechazo de éste sería similar al que tenía Carlos Menem en las presidenciales de 2003, cuando perdió contra el propio candidato del Frente para la Victoria.
Pero antes de continuar deberíamos presentar otro interrogante que contradice a los primeros supuestos: ¿Por qué Kirchner no podría ganar en primera vuelta? ¿Quién, con un mínimo sentido común, podría no tomar en cuenta su notable repunte en las encuestas que lo llevaron a un 35 por ciento de imagen positiva hasta fines de julio? ¿Quién podría ignorar los indicadores económicos que muestran un crecimiento sostenido y que incluyen, entre otros datos, un constante aumento del consumo y hasta una baja del desempleo? Si el Producto Bruto Interno sigue subiendo y el optimismo de los argentinos también, ¿por qué razón no va a continuar elevándose la intención de voto del ex mandatario?. El argumento para responder esa pregunta se puede encontrar no en las estadísticas sino en la psicología del propio Néstor Kirchner.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario