Las máximas autoridades de organismos económicos internacionales tienen una cita este fin de semana en Washington. El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) inician hoy su asamblea anual conjunta. En paralelo, los ministros de Finanzas y los gobernadores centrales del G-7, grupo al que pertenecen los siete países más ricos, también se reúnen.
Sendos encuentros están marcados por la incipiente 'guerra de divisas' que ha puesto en alerta a las máximas autoridades económicas.
Agotados los paquetes de estímulo, los países empiezan a tomar medidas para proteger sus divisas ante un dólar y un yuan cada vez más debilitados, que favorece sus exportaciones. Japón ha intervenido, sin éxito, su moneda para intentar frenar el fortalecimiento del yen. Por su parte, la Unión Europea ha pedido, también sin éxito, a China que aprecie el yuan.
La preocupación no es baladí porque actuaciones sobre las monedas no coordinadas dañarían la recuperación económica.
Lucha de poder FMI-BM
La asamblea anual del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial arranca con la exigencia de los países emergentes de un peso mayor en el seno del consejo ejecutivo, que refleje su creciente protagonismo mundial, informa Efe.
Para que esa demanda se materialice, los países más influyentes tendrán que ceder parte de su poder en un trasvase para el que nadie se presenta voluntario.
La resistencia quedó de manifiesto el miércoles cuando el consejo ejecutivo analizó un documento elaborado por funcionarios del Fondo con distintos escenarios para el reequilibrio de fuerzas.
Uno de los escenarios que se contempla es que España pase del puesto 15 al 12 por poder de voto en la junta directiva. La propuesta incrementaría sensiblemente la relevancia de los emergentes, pero tendría que aprobarse por el 85% del voto. Sin embargo, no parece que guste a los países con más poder.
La junta directiva está integrada por 24 directores ejecutivos que representan a los 187 países miembros y se encarga de aprobar los préstamos a los países y otras operaciones, como la venta de oro de la institución.
EEUU, Reino Unido, Japón, Alemania y Francia son los que más peso tienen y sus representantes son designados directamente por los titulares de Economía de los países.
Los otros 19 miembros son elegidos cada dos años. China, Arabia Saudí y Rusia tienen también un puesto. Los otros directores representan a un grupo de países y en algunos casos la presidencia de la silla es rotatoria.
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