En un resultado que sorprendió a todos y que le dio oxígeno a la alicaída oposición de centroizquierda, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, sufrió ayer un durísimo golpe al perder en Milán, su feudo, donde su candidata en las elecciones municipales parciales que se celebraron ayer y anteayer se vio obligada a ir a un ballottage.
En unos comicios que el propio Berlusconi transformó en un referéndum sobre su persona y en un crucial test electoral para su gobierno, la actual alcaldesa de Milán, Letizia Moratti, no sólo no logró ganar en primera vuelta, sino que se vio derrotada por varios puntos por Giuliano Pisapia, el candidato de centroizquierda.
Pisapia había alcanzado anoche el 48,08% de los votos, frente al 41,54% de Moratti. Ambos se enfrentarán en un ballottage que se celebrará el 29 y el 30 del actual.
Milán, desde hace 18 años en manos de la derecha, es una ciudad símbolo, capital financiera de Italia y "patria" de Berlusconi y el "berlusconismo". Por eso, el batacazo de Pisapia, por quien nadie habría apostado hace pocos días, cayó como una bomba. Mientras la oposición de centroizquierda festejaba y afirmaba "que un nuevo viento está soplando" en el norte del país, la Liga Norte se manifestaba "sorprendida" y el silencio reinaba en el entorno del premier, de 74 años.
Desgastado por el efecto Ruby -el escándalo sexual por el cual es juzgado por prostitución de menores y abuso de poder-, el Partido del Pueblo de la Libertad del premier hasta perdió en Arcore, la localidad de la periferia de Milán donde reside (e hizo sus famosas fiestas) el Cavaliere .
Fuente: Diario La Nación de Buenos Aires


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