Chehade contra Chehade

Con el comunicado emitido anoche, Omar Chehade vuelve insostenible su ya adelgazada relación con el presidente Ollanta Humala y vuelve escabrosa la vía jurídica que él mismo busca transitar en pos de probar su inocencia.

Siete son los puntos en los que Chehade va contra Chehade sin que la prensa tenga necesariamente que intervenir ni como “cargamontón” ni como “linchamiento”.

1) Del sutil pedido presidencial para que Chehade renunciara, bajo la figura del paso al costado, él parece haber hecho una interpretación inauténtica, autorrestringiendo temporalmente el ejercicio de sus funciones y negándose a dejar el cargo mientras no haya probado su inocencia.

2) El camino legal y constitucionalmente previsto para probar su inocencia no tiene nada que ver con el otro camino, el de la renuncia, que no solo lo liberaría del peso de comprometer gravemente la imagen del Gobierno sino también de la tranquilidad política que él necesita precisamente para encauzar su defensa legal.

3) Chehade redacta y firma un comunicado “en atención a la sugerencia del presidente…”, a quien agradece la confianza concedida, pero acto seguido, y en el mismo comunicado, le dice que considera no pertinente formular renuncia a su investidura. Y le recuerda además, que es inocente de los cargos atribuidos.

4) El segundo vicepresidente usa el expediente de un comunicado sin valor jurídico para arrogarse prerrogativas sobre el destino de sus funciones vicepresidenciales y evita dirigirse, como debió haberlo hecho, al presidente de la República y al presidente del Congreso.

Siga leyendo el artículo de opinión del diario El Comercio de Lima