Silvio Berlusconi sale del poder, posiblemente incluso salga de la escena política italiana del todo, pero es difícil que deje de ser un centro de atención para los italianos en los años por venir.
La partida de Berlusconi marca un cambio en la dinámica política italiana, porque significa el alejamiento de quien por casi dos décadas fuera un factor central de la vida nacional, como jefe de gobierno o desde la oposición. Pero quien hasta la noche del sábado fue primer ministro seguirá siendo el dueño del grupo económico más poderoso del país y además tiene varios casos abiertos ante la justicia, lo que seguramente lo mantendrá en los titulares de la prensa. Y aunque algunos creen que su estrella política no revivirá, es posible que el líder en desgracia no esté pensando en el retiro pese a lo manchado que pueda lucir en este momento su legado.
¿Retiro de por vida?
El sábado Il cavaliere, como le llama la prensa italiana, había prometido no volver a aspirar a un cargo de elección popular. Pero la experiencia enseña que ese tipo de promesas duran lo que duran las coyunturas en las que se ofrecen. De hecho, el domingo, en un video-mensaje con el que el Berlusconi defendió su gestión de gobierno, aseguró que "redoblaré los esfuerzos para cambiar Italia".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario