La presidenta Dilma Rousseff anunció ayer un paquete de medidas que apuntan a un objetivo prioritario: revertir el deterioro de la producción industrial . Ya había anticipado, una semana atrás, que estaba en preparación una nueva fase de su gestión con el “Plan Brasil Mayor”. Su lanzamiento fue en simultáneo con las nuevas mediciones de la actividad fabril, y ayudó a disimular las cifras de la caída registrada en febrero, que fue de 3,9% en relación al mismo mes de 2011.
A un costo de 33.500 millones de dólares, la esencia de la estrategia oficial consiste en una fuerte baja de las cargas laborales y reducción impositiva (del Impuesto a la Producción Industrial) para 15 sectores manufactureros que según el gobierno de Dilma estarían en una situación vulnerable. Forma parte del plan la ampliación de los aportes del Tesoro Nacional a los bancos oficiales, especialmente el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES). La disminución de las cargas patronales es significativa: según el Ministerio de Hacienda representa una quita de 20% en la contribución empresarial al sistema de seguridad social.
Esta medida no se generaliza sino que rige exclusivamente para aquellos rubros que fueron identificados como problemáticos , especialmente por causa del real sobrevaluado frente al dólar. El programa prevé incentivos especiales para el sector de información y comunicaciones.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario