El ministro de Exteriores ruso, Seguéi Lavrov, ha asegurado este martes en Moscú que le ha pedido "mayor decisión" al régimen sirio en la aplicación del plan de paz pactado con el enviado especial de la ONU, Kofi Annan, y anunciado el pasado 2 de abril. El plan de paz debería comenzar a implantarse desde la jornada de hoy con la retirada del Ejército de las calles para culminar con un alto el fuego a partir del jueves, sin embargo, desde primera hora de la mañana la oposición siria en el exilio ha denunciado nuevas acciones de represión en Hama y la provincia de Alepo.
Lavrov ha hecho estas declaraciones en rueda de prensa conjunta con su homólogo sirio, Walid al Mualem, en Moscú. Rusia ha sido, junto con China, el más fiel aliado de Bachar el Asad durante el año que dura ya la revuelta en Siria y enfrentándose a toda la comunidad internacional en las reiteradas peticiones para que cese el baño de sangre y la represión salvaje por parte de Damasco contra los rebeldes. Sin embargo, el plan de paz de seis puntos pactado por El Asad y Kofi Annan es la primera iniciativa diplomática internacional que cuenta con el apoyo de estas dos potencias.
Según Lavrov, el ministro Al Mualem, le ha respondido que el régimen ya está aplicando el acuerdo en lo que se refiere a la retirada de las tropas de las calles de algunas ciudades. Al Mualem ha añadido, sin embargo, que el alto el fuego sólo se producirá de forma "simultánea" a la llegada de una misión de observadores internacionales de la ONU a Siria. Lavrov ha añadido que este extremo es muy importante.
Desde China, el Ministerio de Exteriores también ha pedido públicamente a Siria que se comprometa con el alto el fuego. China expresó también oficialmente su "preocupación" por el incidente fronterizo del lunes con Turquía. El ministro de Exteriores turco, que acompañaba al primer ministro en un viaje oficial por el país asiático, ha interrumpido su agenda para volver a Turquía.
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