"El proceso posoperatorio de Chávez será complejo y duro." El vicepresidente Nicolás Maduro volvió a dirigirse ayer a los venezolanos, ávidos de noticias sobre el estado de salud del líder revolucionario. Y lo hizo por segunda vez, transcurridas 15 horas de la intervención quirúrgica en La Habana.
El discurso del vicepresidente y elegido de Chávez para sucederlo subió en varios grados la sensación de dramatismo: incluso dijo que el pueblo "debe estar serenamente preparado para estos días difíciles y complejos".
El nuevo hombre fuerte de Venezuela insistió en que la cuarta intervención quirúrgica para extirpar "células cancerígenas" en la zona pélvica del presidente, que duró más de seis horas, fue "compleja, difícil y delicada".
Así lo atestiguaban en silencio los rostros apesadumbrados de Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea, y Rafael Ramírez, presidente de Pdvsa, ambos recién llegados de Cuba. "El pueblo debe mantenerse en oración de amor", repitió Maduro.
"¡No es verdad! Se trata de una guerra de contrainformación, nuevamente se desatan los demonios", protestó Cabello horas después, para negar los rumores sobre la muerte del presidente que inundaban las redes sociales. "Ahí está luchando. Chávez es un vencedor, invencible por naturaleza. Estamos convencidos de que va a triunfar. Debemos estar unidos y cumplir sus instrucciones", aseveró durante una misa de las fuerzas armadas en homenaje al comandante en jefe.
Cuando sólo faltan 28 días para su toma de posesión, Hugo Chávez continúa su lucha contra el cáncer que se le diagnosticó hace año y medio y ya lo obligó a pasar cuatro veces por el quirófano y a exponerse a una serie de intensos tratamientos en Cuba.
Para él, es una doble carrera contra reloj, por su vida y por la presidencia. Chávez, reelegido el 7 de octubre pasado, debe asumir un nuevo mandato el 10 de enero próximo.
La gravedad de la salud del presidente Chávez sigue gravitando en la sociedad venezolana, entre rumores de todo tipo.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, que ya había alertado sobre ella tras viajar el lunes a la noche a La Habana, añadió ayer que "nadie es ni debe ser imprescindible".
"Si por la gravedad de su dolencia no pudiera continuar al mando de Venezuela, tienen que seguir esos procesos revolucionarios: bolivariano en Venezuela, ciudadano en Ecuador, en la Argentina, en Bolivia, independientemente de las personas."
Una de las voces más francas en el oficialismo, la del ministro de Comunicación, Ernesto Villegas, dejó ayer constancia de la encrucijada que vive su líder.
"El comandante se repondrá pronto y vendrá a tomar el mando antes del 10 de enero. De no ser así, nuestro pueblo debe estar preparado para entenderlo. Lo irresponsable sería ocultar lo delicado del momento actual y de los días por venir", dijo ayer Villegas.
La Constitución, en su artículo 233, estipula que si Chávez no pueda asumir ese día se debe convocar a elecciones en los siguientes 30 días. La presidencia recaería, temporariamente, en el titular de la Asamblea Nacional, que es Cabello.
Maduro, designado vicepresidente por Chávez, aprovechó su discurso para alentar la ola roja de solidaridad que el PSUV necesita el próximo domingo para conquistar las 23 gobernaciones y derrotar, en Miranda, a Henrique Capriles, un enemigo temible para él si hubiera necesidad de convocar nuevas elecciones presidenciales. "Eso es lo que quiere Chávez", sentenció.
Unidad, elecciones y, por supuesto, ataque indiscriminado contra la oposición: "Basta ya de tanto odio de ustedes, una minoría tan pequeña como venenosa". Palabras del mismo político que horas antes amenazaba a sus rivales: "La burguesía pide dólares, pero vamos a darle dolores".
INSULTOS Y AMENAZAS
La inmensa mayoría de los líderes opositores han hecho públicos mensajes de solidaridad y apoyo a Chávez. Otro cantar son las redes sociales, donde chavistas y opositores intercambian insultos y amenazas constantes, espejo grotesco de la polarización de Venezuela.
Por todo el país se multiplicaron los actos de apoyo, retransmitidos por Venezolana de Televisión, que no dudaba en mezclar mítines electorales junto a pruebas de afecto y exagerado culto al líder. Un hábito muy criollo, sólo cuatro días antes de las elecciones.
El bombardeo propagandístico es de tal calibre que el propio Capriles aprovechó uno de sus últimos mítines, en los Valles del Tuy, para lamentar la estrategia oficialista, que gira en torno a que el domingo hay que votar para que el presidente se recupere.
"Nada tiene que ver una cosa con otra", denunció el candidato, que necesita derrotar al ex vicepresidente Elías Jaua para seguir soñando con sustituir a Chávez.
Y el propio Jaua, quien iba por detrás de las encuestas antes del terremoto político del sábado pasado, cuando Chávez anunció su nueva operación, predicó ayer con el ejemplo: "La maquinaria roja obtendrá una victoria por la vida. Ahora más que nunca estamos con Chávez y le juramos lealtad a través de un compromiso de vida".
Adán Chávez, hermano del presidente y candidato para seguir gobernando en Barinas, cerró el círculo: "Ganar las 23 gobernaciones será el mayor apoyo que le demos a Chávez".
DIXIT
- "Que el pueblo esté serenamente preparado para enfrentar estos días duros, complejos y difíciles "Nicolás Maduro - Vicepresidente de Venezuela
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Fuente. DIARIO LA NACIÓN DE BUENOS AIRES
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