El rescate se ha convertido en el asunto nacional. Rajoy sigue dándole vueltas hasta tener la certeza de que funcionará. Pero la impresión que da es que su decisión responderá a un cálculo político, como a un cálculo políticvo responde el comportamiento de la oposición con esta cuestión. Rajoy debe hacer análisis solo económico, pues de él puede depende la recuperación de la financiación, el crecimiento y el empleo.
El presidente del Gobierno no se precipita nunca en sus decisiones: esto no es una valoración política, sino un hecho cierto, que es bueno para unas cosas y malo para otras. La decisión sobre la petición de rescate financiero para el Estado español se la está tomando con especial tranquilidad, sobre todo después de haber conseguido, con su presión y la de otros, que el BCE estableciese un mecanismo de ayuda a los países con problemas para financiar su deuda soberana. "Tomaré una decisión cuando lo estime oportuno y eso será cuando tenga la certeza de que la petición beneficia a los intereses generales de los españoles". Y de ahí no lo sacan.
Si hasta ahora no ha dado el paso es porque no hay certeza plena de que la prima de riesgo de España vaya a bajar hasta esa zona soportable de los 200 puntos básicos de los que habla todo el mundo. El Banco Central Europeo, por otra parte, ha aclarado que no garantiza nada, que no asegura que bajará la prima en esa cuantía y por un tiempo prolongado. Así las cosas, tiene sentido esperar y ver.
Es decir, que las reformas económicas adicionales que exigirían los acreedores tendrían un coste político indudable. Por ello Rajoy lo piensa y lo repiensa. Sólo si el rédito económico fuese mayor que el político, se decidiría Rajoy. Y ahí está con la balanza en la mano cada día. Su decisión tiene que ser más económica que política, y cuando antes la tome, mejor, puesto que si se logra domeñar el coste elevado de la financiación de la economía, la recuperación llegaría en un tiempo prudencial, y lograría conjurar los temores del castigo poítico.
Los españoles no están para cálculos políticos. Tienen un lastre económico brutal en la recesión continua y la alta tasa de desempleo, y ese debe ser el único norte que debe tenerse en cuenta.
Pero los cálculos políticos están en más mentes y actos que en los de Rajoy. El Partido Socialista juega a la política con el rescate de manera abiertamente tan intencionada como el Partido Popular. De hecho, hace un corte temporal muy llamativo, cuando afirma que si el rescate se pidiese hoy, Rajoy podría justificarlo en la herencia recibida, mientras que si lo hiciese en 2013, sería imputable a su gestión, y nada sería achacable a la gestión de los socialistas. Cada cual se consuela con lo que quiere. Señor Rubalcaba: caundo se quiebra el Estado, que fue una de las cosas que hizo el PSOE, se hace para varios años, y a la gente le cuesta lustros olvidarlo.
El PSOE ha encabezado la idea de que no se debe pedir el rescate, al menos el secretario general del partido. Pero está lentamente cambiando de opinión, o al menos eso es lo que dicen sus votantes. Curiosas respuestas de los encuestados por Metroscopia para El País el pasado fin de semana. Veamos. Solo el 32% de los encuestados creen que se debe padir ya el rescate, pero entre los votantes del PSOE esa opinión llerga al 42% (27% en el PP).
Eso sí, cuando se pregunta si la petición será positiva o negativa para la economía, sólo la consideran positiva el 40%, pero muchos menos entre los votantes socialistas que entre los populares. El 52% de los consultados con voto socialista cree que será negativo para España. En definitiva: que lo pida, puesto que será malo... y ya tendremos un arma para golpear al Gobierno. La condenada política...
Insisto: criterio económico, y solo económico. La reforma de las pensiones no debe hacerse porque lo digan los alemanes, sino proque si no la hacemos, el sistema puede acercarse a la insolvencia. ¿O tenemos que sacar la conclusión de que si no pedimos el rescate, quebrará la Seguridad Social?
Otra cosa: parece que quien bloquea ahora la petición de España es Alemania, y no se puede pedir un rescate si no se tiene la certeza de que te la aprobarán todos tus socios. Alemania prefiere que sea a partir de octubre, pasadas las elecciones alemanas. Rajoy debe pensar que, maldita sea, esperar para no dañar a Merkel, y dañarse a si mismo. La condenada política ...
Fuente. DIARIO CINCODÍAS DE ESPAÑA
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