lunes, abril 08, 2013

El interés de la deuda española retrocede al nivel más bajo desde finales de 2010


Muy buenas noticias para la deuda española. La deuda del Tesoro a corto plazo ha caído por debajo de la cota del 2% por vez primera desde octubre de 2010, y la deuda a 10 años está, también, en el nivel más bajo desde entonces. El bono con este vencimiento se cambiaba esta mañana a un tipo de interés del 4,65%.
Esto quiere decir que España se puede financiar en estos momentos al nivel más bajo desde que empezase a agravarse la crisis de la zona euro. De hecho, a los niveles actuales, la deuda a dos años está más o menos donde estaba antes que de estallase la crisis del euro, aquel mayo de 2010 en el que la incertidumbre sobre Grecia empezó a contagiar como una epidemia al resto de la Europa del Sur y entre Bruselas y Fráncfort empezaron a imponer la política de austeridad. Entonces el bono a dos años cotizaba algo por debajo del 2%.
Al ser la deuda de vencimiento más corto (si exceptuamos las letras), este bono ha sido el termómetro ideal de los nervios del mercado: cuando mayor era el estado de pánico, más subía la deuda a dos años, pues más inminente parecía el impago de la deuda española, su salida del euro o cualesquiera de las catástrofes que han planeado estos años. Tanto en noviembre de 2011 como en julio de 2012 el rendimiento de estos bonos superó la cota del 6%, alcanzando el 6,64% el 24 de julio del año pasado.

La deuda a 10 años es de onda larga: tarda más en subir y más en bajar, y por esta menor volatilidad es la referencia habitual cuando se comparan los costes de financiación de los países. En este caso la deuda también está en mínimos desde 2010, cotizando a un 4,6% después de haber llegado a tocar el 7,5%. Pero todavía está algo por encima del nivel anterior al estallido de la crisis en la eurozona, cuando no superaba el 4%.
El papel del BCE
En la mejora de los costes de financiación ha tenido que ver, por un lado, el menor nerviosismo de los inversores por el contagio de las crisis de otros países, las exigencias de Bruselas sobre control del déficit impuestas desde 2010 (aunque 2012 se cerró en el 7% y sin contar las ayudas a la banca) y, especialmente, el papel del Banco Central Europeo.
En las dos situaciones límite para España, noviembre de 2011 y julio de 2012, la crisis fue revertida por la autoridad monetaria. Primero, con las subastas de liquidez ilimitada para la banca, que permitieron a las entidades financieras tomar dinero del BCE e invertirlo en deuda del Estado, aliviando la presión sobre los países periféricos.
El verano pasado el BCE, ya con Mario Draghi, optó por una solución aún más drástica: comprometerse a que el banco compraría deuda de forma ilimitada en caso de que un país solicitase el rescate.
Alivio sobre los costes de financiación La mejora de los mercados tiene un efecto directo en el coste de financiación del Tesoro. Por más que la prima de riesgo esté en el entorno de los 350 puntos básicos, lo relevante para España es el interés que el mercado exige. De hecho, el diferencial con la deuda alemana está más de 100 puntos por encima de los datos de 2010. Pero este efecto se debe a que la deuda alemana está en mínimo histórico, con un coste de financiación que ronda el 1%. De hecho, según la página web del Tesoro, el coste de emisión medio de la deuda española está en el 2,79%, por debajo de los niveles registrados en los últimos años.


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