"Nada más enterarnos de las explosiones del maratón de Boston, hemos mantenido contacto con el Ayuntamiento de Madrid. Estamos todos a la espera de conocer con certeza cuál ha sido la causa y si, por desgracia, se confirmase que se trata de un acto terrorista, tenemos prevista una reunión de urgencia con el área de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid y la Delegación de Gobierno para saber qué medidas vamos a tomar". Ha señalado Pedro Rumbao, director del Maratón Popular de Madrid a ELMUNDO.es, poco después de conocerse la noticia.
El próximo domingo 28 de abril es la fecha prevista para celebrar la XXXVI edición del conocido Mapoma, maratón que es el más antiguo de cuantos se celebran en España en la categoría popular y, hasta hace poco, el más multitudinario en cuanto a participación de corredores. Como en anteriores ediciones, la prueba del maratón (42,195 metros) se combinará con otra de 10 kilómetros, para los que no estén preparados para la larga distancia. El número de inscripciones supera en estos momentos los 20.000 corredores. En la edición de 2012, transpasaron la meta del maratón madrileño 9.569 atletas. Hasta hoy, los organizadores estaban seguros de que el próximo 28 de abril este número iba a ser superado de largo.
Entre las ciudades, la mayoría de Estados Unidos y Canadá, adscritas a este tour destacan entre otras San Francisco, Chicago, Seattle, Montreal, Denver, Los Ángeles, Nueva Orleans y Dallas. El circuito también incluye maratones europeos, como los Edimburgo, Dublin, Niza, Lisboa, Oslo y Madrid. Rumbau ha señalado que Competitor Group Inc. es un patrocinador del Mapoma "que se encarga de publicitar la carrera especialmente fuera de España, aunque la seguridad y todos los demás aspectos del maratón de Madrid son responsabilidad exclusiva de la organización del Mapoma, como siempre ha sido desde su primera edición".
Control en grandes pruebas
El control de la seguridad en un maratón popular es un asunto complicado precisamente por la naturaleza de esta prueba. La principal y más valiosa característica de una carrera así, tanto para los participantes, como para la organización y para la ciudad que la acoge es precisamente ese carácter popular que la hace pasar por sus lugares más emblemáticos.Controlar 42,195 kilometros es un asunto difícil.
He participado en maratones en 9 ciudades distintas, entre ellas Nueva York en dos ocasiones. Una antes de los atentados del World Trade Center y otra después. En ninguna de ambas fui sometido a ningún filtro de seguridad en los momentos previos a la salida. Si bien, el viaje a Staten Island de madrugada y la posterior llegada al puente Verrazano, ya en camiseta y pantalón corto, hacen muy difícil esconder nada bajo tu escasa indumentaria.
Luego, a lo largo del recorrido, sí que es cierto que la segunda ocasión observé mayor presencia policial y de voluntarios en gran parte de las 26 millas y 385 yardas que mide el maratón. En especial tras la entrada a Manhattan por el puente de Queensboro. Todos, extraordinariamente atentos, al menor movimiento que no fuese correr de cualquier participante, le abordaban para interesarse por lo que podía pasarle.
En el resto de maratones, donde incluyo Atenas, Lisboa, México, París, Valencia, Sevilla y Madrid, nunca he constatado ninguna medida de seguridad en el entorno de los corredores. Otra cosa es el control en las calles por las que pasa la riada de populares. Allí se supone que los responsables de seguridad deben peinar a conciencia las zonas más sensibles, como la salida y llegada a meta. Hacerlo en todo el recorrido sería imposible.
Londres refuerza su seguridad
Lo sucedido en Boston, además de afectar a la organización del maratón de Madrid, también ha puesto en alerta a Londres, que celebra su prueba el próximo domingo 21 de abril.
"Vamos a revisar nuestras medidas de seguridad en colaboración con el maratón de Londres", dijo el superintendente jefe de la Policía de Londres, Julia Pendry, en un comunicado.
"Estamos profundamente entristecidos y consternados por la noticia de Boston. Nuestros pensamientos inmediatos están con la gente de allí y de sus familias. Es un día muy triste para el atletismo y para nuestros amigos y colegas en la carrera de maratón", reza el comunicado emitido por el director del Maratón de Londres, Nick Bitel.
"Nuestro plan de seguridad se desarrolla en forma conjunta con la Policía y nos pusimos en contacto con ellos tan pronto supimos la noticia, para que se volviese a revisar y se reforzara", añadió Bitel, que asegura que la carrera sigue en marcha.
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