El maratón de Boston, una de las señas de identidad de esta histórica ciudad, fue objeto este lunes de un ataque con bombas, coordinado y perfectamente planificado, según la policía, que tenía el claro propósito de sembrar la muerte y el caos de forma masiva e indiscriminada. Tres personas perdieron la vida, según un primer balance, y cerca de un centenar sufrieron heridas de diversa consideración, algunas de las cuales, al menos 17, se encontraban anoche en estado crítico.
El presidente Barack Obama se dirigió al país unas horas después del suceso para prometer que, pese a que no se conocía aún a los responsables de este nuevo ataque terrorista contra Estados Unidos, “las personas o grupos culpables responderán ante la justicia”. “Vamos a llegar hasta el fondo de este episodio”, aseguró.
Tras su huida, los rastros de sangre y el destrozo provocado fueron la primera indicación del tamaño de la tragedia ocurrida. Apenas 10 segundos después hizo explosión una segunda bomba en un lugar próximo, en los alrededores del hotel Fairmont Copley Plaza, donde estaba la base de la organización del maratón, provocando escenas similares.
Al tratarse de un acontecimiento de esa magnitud y seguimiento, la policía y las ambulancias, que se encontraban movilizados en la zona,estuvieron inmediatamente en condiciones de trasladar a los heridos al hospital y desalojar el lugar, lo que, probablemente, salvó algunas vidas. Varios medios de comunicación informaron de que una tercera bomba fue localizada por los especialistas antes de que llegase a hacer explosión y fue detonada de forma controlada.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario