Noruega rememora la masacre cometida por Breivik entre el trauma y la esperanza

Hace ahora dos años, Anders Behring Breivik atentaba en la oficina del primer ministro en Oslo, donde dejó ocho víctimas mortales. Horas después, vestido de policía, llegaba a la isla de Utoya, donde las juventudes laboristas (AUF) celebran desde hace 50 años su tradicional campamento de verano, para asesinar a 69 personas más.

Mientras Breivik permanece recluido en un penal, condenado a la pena máxima de 21 años de cárcel, las víctimas y sus familiares continúan luchando contra el trauma causado por la masacre. No obstante, unestudio reciente del Centro Noruego de Estudios sobre Violencia y Estrés Traumático muestra que algo se ha mejorado. Del 70% inicial, ahora un 40% de los supervivientes continúa sufriendo ansiedad y depresión; mientras que un 30% de los padres siguen traumatizados.

Treinta padres, sin embargo, han dedicado más de 800 horas desde el pasado mes de mayo para queUtoya pueda volver a dar la bienvenida a sus visitantes. Lo hizo el pasado sábado para que desde ese momento familiares, amigos y todo aquel que lo deseara pudiera mostrar allí sus condolencias.

El patrón de la compañía Glatved fletó uno de sus barcos que acostumbra a realizar cruceros fluviales para acercar las dos orillas gratuitamente durante estos días de tristeza y conmemoraciones. ELMUNDO.es estuvo allí. Era tan estremecedor ver cómo entraban en el ferry con sus ramos de rosas frescas como inverosímil que un lugar tan idílico pudiera acabar hace dos años siendo un infierno.

Aguardaban en el modesto muelle de Utoya las madres de tres jóvenes del AUF que aquel fatídico día pudieron salvar sus vidas. Hoy esperan que a las 15.00 horas, justo después de que participe en unaceremonia en recuerdo de las víctimas en Utvika, la costa frente a la que se encuentra Utoya, acuda el primer ministro noruego, el laborista Jens Stoltenberg, en el ocaso de su mandato, pues los sondeos de las próximas elecciones pronostican su derrota.

A las 10.00 horas se ha celebrado un homenaje en las inmediaciones del Ayuntamiento de Oslo. Le seguirá un oficio religioso, donde también participarán los príncipes herederos noruegos, Hakkon y Mette Marit, quien precisamente perdió un hermanastro en Utoya.

El primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, colocó a su vez unacorona de flores frente al edificio donde Breivik atentó en la capital."No debemos abandonar nuestros valores, que fueron atacados: humanidad, diversidad, solidaridad y una comunidad abierta", sentenció.

Pese a la oposición inicial de muchos familiares, está previsto sin embargo que el próximo año arranque la construcción de la nueva Utoya, por la que ha apostado el AUF como respuesta a la masacre. Las juventudes laboristas, tras un año de interrupción, celebraron este año del 3 al 7 de julio su campamento de verano en la cercana Gulsrud, en el que participaron 800 jóvenes noruegos, frente a los 560 participantes de hace dos años.

FUENTE: EL MUNDO DE ESPAÑA