Irreparable y vacío, el 'Discovery' se desacopla de la Estación Espacial Internacional para desintegrarse en su caída libre hacia la tierra. Aquí abajo, el 'Atlantis' se prepara a toda prisa para viajar hasta la ISS y traer de vuelta a los siete tripulantes del 'Discovery' refugiados allí. No es el argumento de una película, es el 'plan B' de la NASA en caso de que algo saliera mal durante la vuelta al espacio de los transbordadores. En los próximos días decidirán si es necesario ponerlo en marcha.
Apenas 24 horas después del lanzamiento del 'Discovery', y antes de que la nave llegara a la Estación Espacial Internacional (ISS), la NASA anunció la suspensión de todos los futuros vuelos de los transbordadores debido al desprendimiento de varios trozos de aislante del tanque externo del 'Discovery' durante el despegue.
Bill Parsons, director del programa de transbordadores de la NASA, reconoció que la agencia había cometido "un error", aunque según los expertos "no es probable que los desprendimientos supongan un peligro para la nave durante su reentrada en la Tierra".
A pesar de ello, la agencia quiere seguir analizando todas las fotografías del despegue y las del casco de la nave tomadas por la tripulación ya en vuelo antes de decidir qué hacer. Porque lo que la NASA quiere evitar a toda costa es que se pueda repetir una tragedia como la del Columbia, que se desintegró con sus siete tripulantes a bordo por unos desprendiemientos similares a los detectados en el 'Discovery'.
La misión 'Safe Heaven'
Si los técnicos deciden que es demasiado peligroso que el 'Discovery' trate de regresar a la Tierra, la mejor opción de la NASA será poner en marcha lo antes posible la misión 'Safe Heaven' (cielo seguro, en español). Sus cuatro integrantes (el comandante Steve Lindsey, el piloto Mark Kelly y los especialistas de misión Mike Fossum y Piers Sellers) tomarían los mandos del 'Atlantis' para viajar hasta la ISS y rescatar a la tripulación del 'Discovery'.
Una misión contra el reloj que no estaría exenta de riesgos. En primer lugar porque el lanzamiento del 'Atlantis' se produciría en menos de 30 días -cuando habitualmente se preparan los despegues con meses de antelación- sin tiempo para que la nave pasara los exahustivos controles de seguridad. De hecho, la agencia ya ha anunciado que suspendía la misión rutinaria del 'Atlantis' prevista para septiembre por los fallos detectados en el lanzamiento, con lo que habría que tomar la decisión de enviar la nave de rescate aunque fuera peligroso.
En la ISS, las cosas tampoco serían fáciles. La Estación tiene actualmente dos ocupantes, mas los siete tripulantes del 'Discovery'. En caso de que tuvieran que quedarse todos allí, los generadores de oxígeno -que han fallado en muchas ocasiones- sólo podrían garantizar la superviviencia de todos durante unos 40 días.
Y para regresar a la tierra, el 'Atlantis' llevaría en su bodega a 11 pasajeros, lo que marcaría un hito en la historia de la carrera espacial, puesto que nunca han llevado más de ocho personas. El 'Discovery', por su parte, sería 'desacoplado' de la ISS desde el centro de control en Houston para dejarlo caer sobre la tierra, y que se desintegrara en el viaje.
Otra opción posible para un rescate sería utilizar las naves rusas Soyuz, que tardan mucho menos tiempo en poder lanzarse, pero que sólo pueden llevar a tres pasajeros. De hecho, en la ISS hay siempre una Soyuz para ser utilizada como 'bote salvavidas' en caso de emergencia', y la NASA podría pedir ayuda a su homóloga rusa para ir haciendo una misión de rescate 'en etapas'.
De hecho, Rusia ha ofrecido su ayuda a EEUU para rescatar a la tripulación si fuera necesario. "Confiamos en que la misión del Discovery sea exitosa, pero en caso de necesidad podremos ayudar a nuestros colegas para el retorno de su tripulación con nuestras naves", afirmó Nikolai Sevastiánov director del consorcio Energía constructor de naves espaciales.
Según Sevastiánov, su empresa puede para febrero del año próximo fabricar y enviar a la ISS al menos tres naves Soyuz TMA y traer por etapas a la Tierra a los siete tripulantes del Discovery.
Otro de los planes 'de emergencia' de la NASA incluye la variación del ángulo del transbordador en relación con la atmósfera en el momento de reingreso, cuando la fricción con los gases atmosféricos somete a la nave a temperaturas de más de 1.100 grados centígrados. El protocolo actual estipula que el morro del transbordador esté a 40 grados de la superficie atmosférica, mientras que en el plan de emergencia puede elevarse a 50 grados el ángulo, de manera que se alivie la fricción sobre el borde y la parte superior de las alas.
Otra opción sería la reducción del cargamento de la nave si se detectan daños en la superficie del transbordador, aunque esa es una operación que los astronautas deberían realizar con mucho cuidado y lejos de la ISS, para no golpear con los 'sobrantes' la estructura de la Estación.
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