Comienzan a llegar a Riad jefes de Estado de todo el mundo para asistir a los funerales del rey Fahd

Jefes de Estados de la región y de todo el mundo comenzaron a llegar hoy en medio de fuertes de medidas de seguridad para asistir esta tarde al funeral del rey Fahd, fallecido ayer tras una larga enfermedad a los 84 años y que ocupaba el trono del principal país productor de petróleo desde 1982. Su hermanastro, el hasta ahora príncipe heredero Abdulá, fue declarado inmediatamente su sucesor y encabezará la procesión de las miles de personas que asistirán a las oraciones y los servicios fúnebres que se celebrarán por el soberano en la Ciudad Antigua de Riad. Las autoridades saudíes han informado de que no habrá funeral de Estado por Fahd. La prensa saudí dedica hoy buena parte de sus páginas a la vida y la muerte del monarca. El diario de lengua inglesa 'Arab News' alaba el compromiso de Fahd con la unidad árabe e islámica, pero afirma que el rey se llevará a la tumba el "desconcierto" de no ser capaz de resolver la crisis palestina pese a la propuesta de paz saudí ofrecida en 2002 a Israel. Las fuerzas de seguridad han establecido múltiples controles y han cerrado a la circulación la carretera que une el aeropuerto con el centro de la ciudad, donde las autoridades saudíes esperan, vestidos con sus ropas tradicionales árabes, para recibir a los presidentes de los países árabes y de otros como Afganistán o Senegal, que van a asistir al funeral. También está previsto que se desplacen a Riad el Príncipe Carlos de Inglaterra, el presidente francés, Jacques Chirac, así como una delegación estadounidense, si bien se desconoce por el momento quién la encabezará. Entre los miles de agentes desplegados en la capital figuran varios centenares de policías del departamento antiterrorista apostados dentro y en torno a la mezquita del Imán Turki bin Abdulá, con capacidad para 6.000 personas, donde se celebrará el servicio fúnebre esta tarde del monarca. El cuerpo del rey Fahd será trasladado en ambulancia desde el Hospital Rey Faisal, donde murió, a la mezquita en el barrio de Deira, en la parte antigua de la capital, donde se celebrará una breve oración. Poco después, una ambulancia trasladará su cuerpo al cementerio Al Oud, a unos 5 kilómetros de distancia, donde sus tres predecesores como monarca --sus hermanastros Saud, Faisal y Jaled-- están enterrados, junto con habitantes de a pie. De hecho, en el cementerio no hay ninguna lápida o tumba para ninguno de los reyes, sólo una piedra en cada tumba sin ningún nombre o inscripción.