viernes, enero 20, 2006

Kirchner, Lula y Chávez avanzan en temas de energía y defensa


La sociedad integracionista que buscan consolidar los gobiernos de Brasil, Venezuela y Argentina dio otro paso en la cumbre que los presidentes Néstor Kirchner, Lula Da Silva y Hugo Chávez mantuvieron ayer en Brasilia al avanzar con propuestas para hacer acuerdos en materia energética y de defensa.La construcción del Gasoducto del Sur, que parta de territorio venezolano hasta el argentino pasando por el brasileño, es la médula de esta integración energética. Pero en su encuentro, los mandatarios avanzaron en negocios de exploración petrolera y en otro de trascendencia política, que busca potenciar la industria bélica y coordinar las políticas de defensa de los tres países. El propio Kirchner informó ayer a Clarín que acompañaba las intenciones brasileñas de venderle a Caracas una flota de aviones militares, iniciativa a la que se opone EE.UU., que también rechaza que Venezuela compre una flota de aviones a España.Es conocida la preocupación que la figura de Chávez despierta en los Estados Unidos, y los cruces que el venezolano ha protagonizado con George W. Bush.Justamente, fue Chávez quien, un día después de la reunión que mantuvieron aquí Lula y Kirchner, actuó de vocero de la que reunió a los tres en la Granja del Torto, una de las residencias presidenciales ubicadas al norte de la capital brasileña. Desde el vamos, anunció que volverán a encontrarse en Bolivia este domingo durante la asunción de Evo Morales y que también lo harán en Mendoza, el 10 de marzo, para viajar al día siguiente a Santiago de Chile, a la asunción de la presidenta Michelle Bachelet. Ante un aluvión de periodistas, Chávez dijo que fue Lula, con el acuerdo de Venezuela, quien propuso buscar "el potenciamiento de la industria bélica" de los tres países. En tanto, el venezolano propuso la creación de "una Junta de Defensa para Sudamérica, donde los 12 países nos unamos para perfilar la estrategia defensiva". Fuentes argentinas consultadas por este diario señalaron con cautela que se había hablado de comenzar los estudios para buscar la "complementación industrial en defensa" con el rencausamiento de industrias nacionales que con las crisis habían quedado en desuso. Y que la idea ahora era "dejar atrás el ciclo de recesión y falencia para modernizar la industria de defensa, para contar con recursos propios, autoabastecerse de elementos que hoy se están comprando en el mercado internacional, y con ello generar mano de obra y energía". Otro de los temas fue la intención de la Empresa Brasileña de Aeronáutica de venderle unos aviones "Supertucanos" —para entrenamiento de pilotos— a Venezuela, que ha sido objetada por Washington. Chávez comentó ayer, en coincidencia con Kirchner, que Lula le había dicho que "Brasil conversa con los Estados Unidos" sobre el tema. Kirchner estuvo acompañado por sus ministros Julio De Vido, Jorge Taiana, Felisa Miceli y el embajador en Brasilia, Juan Pablo Lohlé. En paralelo, los negocios energéticos fueron comandados por De Vido y los ministros de Minas y Energía de Brasil, y de Venezuela, Silas Rondeau Silva y Rafael Ramírez. En Buenos Aires, el Gobierno difundió una Carta de Intención firmada entre Venezuela y Argentina para cuantificar y certificar en conjunto las reservas petroleras de la cuenca del Orinoco, y hacer la evaluación exploratoria de bloques off shore del Golfo San Jorge, que comparten Chubut y Santa Cruz. Participarían Enarsa y PDVSA. Salvo las palabras de Chávez, el cónclave transcurrió bajo un riguroso hermetismo. Trascendió que tras el trabajo los presidentes y su equipo saborearon churrascos brasileños y que, después, se fueron a conversar a la laguna de la Granja donde le dieron de comer a los peces y patos. Al aterrizar por la mañana, Chávez también anticipó, con mapa en mano, que la reunión iba a avanzar sobre el titánico "Gasoducto del Sur", anunciado el 9 de diciembre, cuando los tres presidentes mantuvieron un encuentro durante la cumbre del Mercosur en Montevideo. Mientras que el asesor presidencial de Lula, Marco Aurelio García, comentó que ya existía un calendario de tareas, Chávez prometió que los tres presidentes presentarían el proyecto final en otra reunión en Venezuela, en julio. Los venezolanos, que tienen la mayor reserva petrolera del continente y se cree que también del mundo, calculan una extensión de 7.000 kilómetros. Un negocio que podría demandar una inversión de hasta 20.000 millones de dólares, intereses iniciales de PDVSA, Petrobras, y empresas asiáticas, siempre según Chávez. El venezolano contó finalmente que se había hablado del llamado Banco del Sur. No trascendieron detalles, aunque equipos técnicos ya trabajan en el asunto.
Fuente: Diario El Clarín de Buenos Aires.

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