Niall Ferguson ha escrito el siguiente artículo para el diario argentino LA NACION. El autor es profesor y titular de la cátedra de historia Laurence A. Tisch, de la Universidad de Harvard. Los invito a leerlo:
¿Estamos viviendo los orígenes de la próxima guerra mundial? Por cierto, es fácil imaginar cómo un futuro historiador abordaría los recientes acontecimientos en Medio Oriente: "A medida que transcurrían los primeros años del nuevo siglo, aumentaba la inestabilidad en la región del Golfo Pérsico. A comienzos de 2006, casi todos los ingredientes combustibles para un conflicto -de dimensiones más grandes que las guerras de 1991 o 2003- estaban en el lugar indicado. "La primera causa fundamental de la guerra fue el aumento de la relativa importancia de la región como fuente de petróleo. Por un lado, el resto de las reservas petrolíferas mundiales se agotaba rápidamente. Por el otro, el vertiginoso crecimiento de las economías asiáticas había provocado un enorme aumento en la demanda global de energía. Cuesta creerlo hoy, pero durante gran parte de los años 90 el precio del petróleo osciló en un promedio de menos de 20 dólares el barril. "Una segunda precondición de la guerra fue demográfica. Aunque el índice de fertilidad de Europa occidental había caído por debajo del natural índice de sustitución en los años 70, la disminución en el mundo islámico había sido mucho más lenta. Hacia fines de los años 90, el índice de fertilidad en los ocho países musulmanes situados al sur y al este de la Unión Europea era dos veces y media más alto que la cifra europea.
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