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Según el análisis de la primera muestra, los índices de testosterona/epitestosterona hallados en la orina de Landis fueron de prácticamente el triple del máximo de 4:1 permitido por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). En concreto, las pruebas daban unos valores de 11:1, niveles que han sido confirmados por el contraanálisis. Landis protagonizó una escapada de 130 kilómetros en la decimoséptima etapa del Tour, la última que se disputaba en los Alpes, para recuperar el tiempo perdido el día anterior debido a un desfallecimiento durante el ascenso a La Toussuire. Su remontada le devolvió el jersey amarillo de líder a falta de tres etapas por disputarse y relegó a Óscar Pereiro al segundo puesto de la general.
En su defensa, el corredor estadounidense alegó durante una rueda de prensa ofrecida en Madrid que su cuerpo producía de forma natural la elevada tasa de testosterona hallada en la muestra de orina. Landis también se excusó en la ingesta de grandes cantidades de cerveza y whisky antes de la decimoséptima etapa y en la deshidratación de su cuerpo tras el esfuerzo realizado en los Alpes. Landis es el primer campeón de la historia del Tour de Francia que da positivo por dopaje y se convertirá en el primer ciclista desposeído del triunfo por este motivo. El título de la ronda gala será para el español Óscar Pereiro, pero para llegar a este final habrá que esperar varios meses, si no un año, hasta que los múltiples vericuetos legales permitan adoptar una solución definitiva. Así lo anunció el abogado español José María Buxeda, presente el pasado jueves en la apertura de la prueba 'B' en el laboratorio francés, cuando predijo "un proceso de muchos meses".
Lejos de haberse cerrado, ahora es cuando el 'caso Landis' comienza realmente, aunque el final sea predecible. El primer paso de este proceso es que el resultado de la prueba 'B' llegue a todos los organismos implicados, a la Agencia Mundial Antidopaje, al Comité francés de Prevención y Lucha contra el Dopaje y a la Agencia Antidopaje Estadounidense (USADA). La USADA, tras recibir y estudiar el resultado, abrirá un plazo de 10 días para que el corredor aporte todas las pruebas y documentos que considere necesarios para su defensa ante el Comité de Revisión, compuesto por expertos legales, médicos y técnicos, que en un plazo de tres semanas tiene que emitir su veredicto.
A partir de este momento el abanico de posibilidades crece de manera exponencial. Si el Comité decidiera archivar la causa, la UCI puede apelar ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) en Lausana. En caso de recomendar una sanción, el corredor tiene 15 días para aceptarla o puede apelar a la Asociación Estadounidense de Arbitraje. La decisión de este organismo abre de nuevo el siguiente paso, que acaba con una u otra parte en el TAS. Tras muchos meses de batallas legales, la solución será de todos conocida, si no es que durante el proceso se encuentra algún 'defecto de forma' en la toma de las muestras de orina, en su transporte, en la comunicación de los resultados, en los plazos de las alegaciones o en la letra del fax. El español Roberto Heras tardó seis meses en ser desposeído del título de vencedor de la pasada Vuelta a España, tras dar positivo con EPO. El futbolista Carlos Gurpegi, jugador del Athletic, positivo por nandrolona en septiembre de 2002, todavía está enfrascado en estas batallas.
Mientras que todos estos pasos no se cumplan, Floyd Landis será, oficialmente, inocente, al no haber una sentencia firme. Lo único claro por el momento es que el ciclista ha sido despedido "sin notificación" del equipo Phonak por "violar los códigos éticos internos", según señaló el propio conjunto ciclista en su página web.
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