Después de siete años de haber suscrito el convenio de compra-venta de gas natural con Brasil, Bolivia vive otro día histórico hoy, porque los presidentes Evo Morales y Néstor Kirchner suscribirán un acuerdo de integración energética que incluye la provisión de gas y su industrialización. Por primera vez desde la nacionalización de los hidrocarburos, ocurrida el 1 de mayo de este año, la nueva Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) asumirá un papel protagónico en el negocio gasífero.
Según el acuerdo, YPFB participará en el transporte de gas en territorio argentino, mientras la empresa Enarsa (Energía Argentina SA) explorará y explotará yacimientos de gas en Bolivia. El presidente de YPFB, Juan Carlos Ortiz, explicó, sin embargo, que el principal negocio del acuerdo es la venta de 27,7 millones de metros cúbicos diarios (MMm3d) de gas que se trasladarán al noreste argentino por un gasoducto de 1.700 kilómetros que estarán extendidos en su mayor parte al otro lado de la frontera. El otro negocio que ya tiene mercado asegurado es el de la exportación de GLP y gasolina, que consiste en la construcción de una planta separadora de líquidos en territorio boliviano. La construcción de esta planta será financiada por Argentina. Tanto las autoridades bolivianas como argentinas calificaron de “muy importante e histórico” este convenio, que será rubricado hoy en Santa Cruz a las 11.00 en un coliseo “de cara al pueblo”, según el Gobierno boliviano.
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