Tras el éxito del vuelo orbital de dos astronautas chinos durante cinco días el año pasado, China tiene intención de seguir avanzando en su programa espacial y construir una estación permanente, anunció ayer Tang Xian Ming, jefe del programa de vuelos tripulados chino, en el Congreso Internacional de Astronáutica, que se celebra en Valencia. Sin dar fechas concretas ni precisar los planes, el responsable chino explicó que el siguiente paso, tras el vuelo de la cápsula Shenzhou VI en octubre de 2005, es realizar operaciones de aproximación y acoplamiento en órbita de vehículos y naves espaciales. También tienen previsto que sus astronautas realicen paseos espaciales.
Además, China prepara el lanzamiento de laboratorios a pequeña escala, que será el paso previo a la construcción de la estación espacial permanente para largas estancias de sus astronautas.
El responsable chino resumió las características de su sistema de vuelos tripulados, que aparentemente es similar al de los rusos, pero que tiene diferencias importantes. Por ejemplo, ambos utilizan una estructura de cápsula, módulo de servicio y módulo de propulsión (ocho metros de longitud en total y 8.075 kilogramos de masa en el Shenzhou VI) y sólo la cápsula regresa a la Tierra con los astronautas. Sin embargo, mientras que en el sistema ruso se pierde el módulo de servicio una vez que se separa la cápsula, los chinos, en la misión de octubre, lo mantuvieron en órbita como módulo automático con experimentos después de que lo abandonaran los astronautas, explicó Tang Xian Ming. Esta capacidad de uso automático del módulo podría acortar el camino, según los expertos, hacia laboratorios orbitales de pequeña escala.
El programa espacial chino se ha convertido en polo de atención de la astronáutica internacional, con éxitos anunciados a posteriori y planes futuros rodeados de secreto. De momento, China ha hecho pública su intención de desarrollar un programa de exploración lunar. Algunos especialistas han apuntado en el congreso de Valencia incluso la posibilidad de que los chinos den una sorpresa con una misión tripulada a la Luna, al estilo de las de la NASA que rodearon el satélite de la Tierra antes del descenso a la superficie del histórico Apolo 11. Un viaje chino de circunvalación lunar, apuntaron éstos, podría no tardar mucho en producirse e inquietaría enormemente a EE UU.
Lo cierto es que el sistema de nave tripulada del último Shenzhou tiene capacidad para ponerse en órbita lunar, apuntó uno de los expertos chinos en una sesión del congreso dedicada a la exploración de la Luna. También anunció, y en este caso con fecha y nombre, el lanzamiento de una misión lunar automática: la Chang E, para 2007.
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