De manera sorpresiva, el Gobierno anunció -para evitar una escasez del GLP que está al límite en Bolivia producto del contrabando a países vecinos y del mercado negro interno-, que por 90 días importará el combustible de Perú o Argentina. El proceso de importación de 45 toneladas por día de GLP, considerado de "emergencia" por el Ejecutivo, se iniciará en junio y culminará en agosto por mandato expreso del presidente de la República, Evo Morales, para garantizar el abastecimiento en el país. "Es un momento bastante difícil porque la demanda es igual a la oferta. La emergencia ha llevado a que el Gobierno tome la decisión de importar GLP. No habrá aumento de precios.
En consecuencia, el diferencial de precios cuando importemos de Perú o Argentina, transitoriamente ese subsidio será asumido tanto por el TGN como por YPFB", afirmó el ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, en el programa televisivo denominado El Péndulo, Prensa&Poder, emitido en su primera edición anoche. La autoridad reconoció que en el país hay dos factores que desequilibran la oferta y la demanda por la falta de control: los grupos de poder que lucran con el contrabando de las garrafas de GLP y el mercado negro interno. "Tenemos la producción suficiente para cubrir la demanda del país que es de 100.000 barriles por día de GLP. Vamos a utilizar además las reservas y los saldos que existen en las engarrafadoras como en las plantas de extracción. Con eso estamos en condiciones de cubrir todo", indicó. Villegas puntualizó que el cuello de botella del país es que no hay capacidad inmediata de más refinación de combustibles (GLP, gasolinas, diésel, jet fuel y otros) y de producción de petróleo porque desde hace siete años no se invirtió", señaló la autoridad.
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