El presidente Néstor Kirchner volvió a mostrar ayer que sigue firme su alianza con su colega venezolano, Hugo Chávez. Le preparó un recibimiento oficial con todos los rigores del protocolo y le agradeció por la ayuda brindada en los momentos “tremendamente difíciles” de la Argentina. “Esta es su casa. Disfrútela”, fueron las últimas palabras del Presidente en su discurso –más largo que los habituales–, con el que lo despidió después de firmar dos acuerdos energéticos, muy valorados por el gobierno argentino en medio de las carencias que sufre el país. Chávez le agradeció la invitación, no sin antes enviar fuertes gestos de apoyo a la primera dama y candidata del oficialismo para las elecciones presidenciales, Cristina Kirchner, sentada en la primera fila con saco y zapatos colorados, como si le rindiera honores al venezolano. La llamó “presidenta”, y se deshizo en elogios hacia ella. Chávez llegó ayer por la tarde al país para encabezar una corta visita.
El motivo que lo trajo a la Argentina, y que más resaltó el Gobierno en los días previos, fue la compra de 1000 millones de dólares en título del Bono del Sur que el mandatario venezolano traía en carpeta. Ayer no hubo anuncio alguno al respecto, pero desde el Ministerio de Economía informaron que se haría el viernes próximo. El propio Chávez aclaró, en una improvisada conferencia de prensa que dio en la helada tarde al bajar del avión que lo trajo desde Caracas, que los ministros de finanzas "están trabajando en la nueva emisión" que "pronto" anunciarán. Según informó el Gobierno la semana pasada, estaba acordado que Venezuela comprara bonos por 1000 millones de dólares. Una alta fuente oficial dio más detalles: dijo que en una primera etapa Chávez compraría 500 millones y en otras dos posteriores 500 millones más, todo antes de fin de año. Histriónico como de costumbre, Chávez se tomó 26 minutos, o sea, 20 más de lo que le había pedido que hablara el propio Kirchner, para explayarse en elogios hacia la buena relación que mantiene con el Gobierno. Y quizá sin saber de la polémica entre la Casa Rosada y el campo, introdujo varios párrafos sobre el sector que despertaron la ironía del Presidente. "Las vacas son buenas.... sólo las vacas", arrancó Kirchner sus palabras ante un Chávez descolocado que sólo movía la cabeza en signo de aprobación. Es que el venezolano había hecho referencia a que su país había "desatendido la agricultura" y había hablado maravillas de las vacas exportadas desde la Argentina.
Acuerdos estratégicos Ayer, ambos mandatarios firmaron en el Salón Blanco de la Casa Rosada dos acuerdos energéticos. Uno establece la construcción de una planta regasificadora con una inversión de 400 millones de dólares por el que el gobierno argentino prevé sumar 10 millones de metros cúbicos al sistema. El otro es un tratado de "seguridad energética", que consistirá principalmente en el intercambio tecnológico. "Esto es una muestra más de las relaciones estrechas entre los dos países porque son acuerdos trascendentales", dijo el canciller Jorge Taiana. Chávez llegó a las 19 a la Casa Rosada. Lo recibieron el Presidente y la primera dama. Luego de los saludos de rigor de ambas comitivas, los dos mandatarios se reunieron 10 minutos en el despacho presidencial con la sola presencia de Cristina Kirchner. Después, salieron para formalizar la firma de los acuerdos y dar sus respectivos discursos. A la noche comían los tres en la quinta de Olivos. En su discurso, Chávez habló de la crisis energética, que, para cuidarse, llamó "mundial". "Sabemos de la fragilidad energética del Polo Sur", agregó, y prometió entonces su ayuda, que se concretará con el gas licuado que llegará dentro de dos años a la Argentina desde la costa venezolana. Entonces, Kirchner le reiteró que no hablaba de crisis, sino de "la tensión del crecimiento" del país. "La Argentina crece y por lo tanto necesitamos más energía", afirmó. El Presidente volvió a apuntalar la candidatura de su esposa. "En la gestión que viene vamos a construir el nuevo marco institucional destruido", agregó. Enseguida, le envió un mensaje a la oposición. Dijo que muchos hablaban "como si no tuvieran memoria" y denunció: "Hay hermanos del propio país que están esperando que se caiga todo". Kirchner se guardó también un lugar para hacer un nuevo llamado a la unión del Mercosur, "más allá del contenido ideológico de cada presidente". Pidió entonces acercar a México, país que visitó la semana pasada y con quien Chávez mantiene las relaciones cortadas, a pesar de que hay gestiones para un acercamiento. Nada dijeron los dos presidentes de la nueva compra de bonos por parte de Venezuela. Pero se elogiaron una vez más mutuamente. "En momentos difíciles, cuando comenzamos nuestro gobierno tuvimos vuestra solidaridad y eso fue vital", dijo Kirchner. "Sepa el pueblo argentino que el gobierno que dirijo va a apoyar el gran esfuerzo que hace Argentina para convertirse en lo que siempre fue, una gran patria", le contestó Chávez. Como última actividad en el país, Chávez visitará hoy el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), que prepara un proyecto para construir en Venezuela 56 fábricas. Luego volverá al hotel Sheraton, donde daría allí una conferencia de prensa antes de partir rumbo a Uruguay, la segunda escala de su gira que también incluye a Bolivia y Ecuador. Chávez y Kirchner coincidirán en una visita a Tarija, Bolivia, el próximo viernes, donde firmarán nuevos acuerdos energéticos con Evo Morales.
Fuente: Diario La Nación de Buenos Aires
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