BOLIVIA: De cara a las urnas

Sí se han dado las cosas, hoy por hoy irreversibles, y no queda otra que obrar a tono.

Al margen de las consecuencias que por encima de cualquier duda generará la forma en que el oficialismo acaba de aprobar y promulgar las leyes para la realización de refrendos sobre su proyecto de Constitución y el bloqueo de la convocatoria a consultas a propósito de los estatutos autonómicos en los departamentos de Santa Cruz y Beni, más los otros dos que siguen sus pasos --Tarija y Pando--, al igual que Chuquisaca y La Paz; esto es, medidas de protesta, desacato y resistencia, al par que prosecución del preparativo de ambos recaudos hasta su concreción, como ya se lo ha anunciado, todo aconseja que la población asuma la proximidad del día en que habrá de pronunciarse con respecto a su futuro a base del contexto actual y sus proyecciones. Es decir que más allá de lo que le toque vivir a partir de la semana entrante y hasta el 4 de mayo, la sociedad civil tendrá que prepararse para a través de las urnas, decidir su suerte de entre las dos visiones de país en debate y las opciones que ellas implican: seguir sometida a un régimen de tinte racista y etnocéntrico o lograr la sustitución de la carta política con la que se pretende legitimarlo y legalizarlo, por un lado, y endosar el centralismo o trocarlo por la autonomía del distrito donde habite, por el otro, en virtud de que ambos escenarios demandarán su participación y pronunciamiento, salvo que se dieran cambios imprevistos de libreto.

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