Su primer grupo armado se llamó “Comando” y lo integró con sus primos Loaiza y Marín en la región de Río Blanco en el sur del Tolima. Su propósito era sobrevivir en la guerra partidista de los años 50. Al cabo de varios meses, del municipio de Chaparral llegó otro grupo armado, de inspiración comunista, con Isauro Yosa a la cabeza, y de la fusión de los dos grupos surgió un Estado Mayor Unificado que edificó un cuartel en la montaña del Davis y diseñó un sistema de autodefensa para confrontar al Estado.
Con el paso de los días, y después de las amnistías de 1953 y 1958, en contacto con otros grupos comunistas repartidos en la geografía nacional, Manuel Marulanda Vélez desplegó una ofensiva de guerrillas comunistas fortalecidas en un proceso de economía agraria. Era el comienzo de los años 60 y estos grupos armados fueron bautizados y denunciados por el congresista conservador Álvaro Gómez Hurtado como “Repúblicas Independientes”. Por eso se generó un debate político nacional que derivó en una ofensiva militar contra tales concentraciones.
La polémica pública se vio complementada por el apoyo que el gobierno de los Estados Unidos dio a la posibilidad de erradicar estos focos de comunismo. En esa perspectiva, ya en el gobierno de Guillermo León Valencia, y con la comandancia del general Alberto Ruiz Novoa, en 1964 se gestó la denominada “Operación Marquetalia”, que sucesivamente golpeó las estructuras armadas comunistas en el sur del Tolima, el norte del Huila, el norte del Cauca, la región del Sumapaz y varios sectores del departamento del Meta.
Precisamente las denominadas “Repúblicas Independientes”: Marquetalia, El Pato, Río Chiquito, Villa Rica y la región del río Duda. Tras los ataques militares, los grupos guerrilleros se desplazaron hacia la zona del Caguán, en el Caquetá, y en ese mismo 1964 anunciaron la creación de las llamadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc). Basadas en el secuestro y extorsión en las regiones donde fueron desplegándose, la organización fue multiplicando sus frentes de guerra a lo largo y ancho del territorio nacional.
A pesar de que el Estado reaccionó creando legalmente los grupos de autodefensa para combatir la expansión guerrillera, las Farc, bajo el mando de Manuel Marulanda, fueron expandiéndose, en una situación que se fue agravando para el Estado, en la medida en que también surgieron el Eln, el Epl, el Quintín Lame y el M-19. En medio de este panorama de confrontación armada, se fue también acentuando el negocio del narcotráfico, y las Farc, a través del denominado impuesto de gramaje, cobrado a los productores de droga, se fueron beneficiando económicamente de la producción de la cocaína.
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Con el paso de los días, y después de las amnistías de 1953 y 1958, en contacto con otros grupos comunistas repartidos en la geografía nacional, Manuel Marulanda Vélez desplegó una ofensiva de guerrillas comunistas fortalecidas en un proceso de economía agraria. Era el comienzo de los años 60 y estos grupos armados fueron bautizados y denunciados por el congresista conservador Álvaro Gómez Hurtado como “Repúblicas Independientes”. Por eso se generó un debate político nacional que derivó en una ofensiva militar contra tales concentraciones.
La polémica pública se vio complementada por el apoyo que el gobierno de los Estados Unidos dio a la posibilidad de erradicar estos focos de comunismo. En esa perspectiva, ya en el gobierno de Guillermo León Valencia, y con la comandancia del general Alberto Ruiz Novoa, en 1964 se gestó la denominada “Operación Marquetalia”, que sucesivamente golpeó las estructuras armadas comunistas en el sur del Tolima, el norte del Huila, el norte del Cauca, la región del Sumapaz y varios sectores del departamento del Meta.
Precisamente las denominadas “Repúblicas Independientes”: Marquetalia, El Pato, Río Chiquito, Villa Rica y la región del río Duda. Tras los ataques militares, los grupos guerrilleros se desplazaron hacia la zona del Caguán, en el Caquetá, y en ese mismo 1964 anunciaron la creación de las llamadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc). Basadas en el secuestro y extorsión en las regiones donde fueron desplegándose, la organización fue multiplicando sus frentes de guerra a lo largo y ancho del territorio nacional.
A pesar de que el Estado reaccionó creando legalmente los grupos de autodefensa para combatir la expansión guerrillera, las Farc, bajo el mando de Manuel Marulanda, fueron expandiéndose, en una situación que se fue agravando para el Estado, en la medida en que también surgieron el Eln, el Epl, el Quintín Lame y el M-19. En medio de este panorama de confrontación armada, se fue también acentuando el negocio del narcotráfico, y las Farc, a través del denominado impuesto de gramaje, cobrado a los productores de droga, se fueron beneficiando económicamente de la producción de la cocaína.
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