El presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, mantuvo un encuentro histórico de cinco minutos con el enviado chino Chen Yunlin, al que expresó su deseo de una cumbre con China y de mayor espacio internacional sin la oposición pequinesa a sus lazos internacionales.
Ma defendió su postura de distensión con China ante Chen, el dirigente chino de mayor rango que ha visitado la isla, en una reunión que estuvo rodeada de fuertes protestas independentistas. "Espero que ambas partes reconozcan la realidad política, sin negarse mutuamente, y amplíen la cooperación sobre la base de paz, el bienestar de los pueblos", dijo el mandatario taiwanés.
Chen Yunlin, como se esperaba, no utilizó títulos en sus palabras, evitando así llamar a Ma "presidente", en línea con la postura china de que Taiwán no es un estado soberano e independiente.
Ma recibió a Chen como presidente de la República de China (Taiwán) y reiteró su compromiso con el acercamiento económico y civil de China, por medio de negociaciones pragmáticas y pacíficas, dejando a un lado temporalmente el espinoso asunto de la soberanía.
Taiwán 'tiene derecho a decidir su destino'
El gobernante isleño, en una conferencia de prensa previa a la cita, manifestó que estas negociaciones no suponen menoscabo ni a la soberanía ni a la dignidad nacional. "La República de China (Taiwán) es un país soberano e independiente y sus 23 millones de ciudadanos tienen el derecho a decidir su destino", dijo Ma, para apaciguar a la oposición independentista que protestaba vehementemente la llegada de Chen a la isla.
El mandatario taiwanés prometió, al tomar posesión en mayo, que durante su mandato no habría ni declaración formal de independencia ni negociaciones para la unificación, sino que se mantendría la actual situación de independencia de hecho. El encuentro tuvo lugar a una hora diferente de la prevista, ante las fuertes protestas del opositor e independentista Partido Demócrata Progresista (PDP), y rodeado de extremas medias de seguridad.
Miles de manifestantes independentistas protagonizaron fuertes protestas, mientras Ma se reunía con Chen, y tienen prevista una marcha de protesta con más de 100.000 participantes este jueves por la tarde. El histórico encuentro se celebra después de que independentistas del PDP cercaran el hotel donde Chen Yunlin cenaba el miércoles y le impidieran salir hasta las dos de la madrugada del jueves.
La oposición considera que la reunión entre Ma y Chen dañó la soberanía, ya que el presidente taiwanés no recibió el trato protocolario que le corresponde.
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Ma defendió su postura de distensión con China ante Chen, el dirigente chino de mayor rango que ha visitado la isla, en una reunión que estuvo rodeada de fuertes protestas independentistas. "Espero que ambas partes reconozcan la realidad política, sin negarse mutuamente, y amplíen la cooperación sobre la base de paz, el bienestar de los pueblos", dijo el mandatario taiwanés.
Chen Yunlin, como se esperaba, no utilizó títulos en sus palabras, evitando así llamar a Ma "presidente", en línea con la postura china de que Taiwán no es un estado soberano e independiente.
Ma recibió a Chen como presidente de la República de China (Taiwán) y reiteró su compromiso con el acercamiento económico y civil de China, por medio de negociaciones pragmáticas y pacíficas, dejando a un lado temporalmente el espinoso asunto de la soberanía.
Taiwán 'tiene derecho a decidir su destino'
El gobernante isleño, en una conferencia de prensa previa a la cita, manifestó que estas negociaciones no suponen menoscabo ni a la soberanía ni a la dignidad nacional. "La República de China (Taiwán) es un país soberano e independiente y sus 23 millones de ciudadanos tienen el derecho a decidir su destino", dijo Ma, para apaciguar a la oposición independentista que protestaba vehementemente la llegada de Chen a la isla.
El mandatario taiwanés prometió, al tomar posesión en mayo, que durante su mandato no habría ni declaración formal de independencia ni negociaciones para la unificación, sino que se mantendría la actual situación de independencia de hecho. El encuentro tuvo lugar a una hora diferente de la prevista, ante las fuertes protestas del opositor e independentista Partido Demócrata Progresista (PDP), y rodeado de extremas medias de seguridad.
Miles de manifestantes independentistas protagonizaron fuertes protestas, mientras Ma se reunía con Chen, y tienen prevista una marcha de protesta con más de 100.000 participantes este jueves por la tarde. El histórico encuentro se celebra después de que independentistas del PDP cercaran el hotel donde Chen Yunlin cenaba el miércoles y le impidieran salir hasta las dos de la madrugada del jueves.
La oposición considera que la reunión entre Ma y Chen dañó la soberanía, ya que el presidente taiwanés no recibió el trato protocolario que le corresponde.
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