viernes, diciembre 18, 2009

El nuevo consumidor: más ahorro, menos ostentación

El próximo año, Fine Living Network, un canal de cable de Estados Unidos creado en 2002 durante el punto más álgido del enamoramiento de ese país con el lujo, cerrará sus puertas en forma paulatina. En su lugar, Scripps Networks Interactive Inc. lanzará The Cooking Channel.

Programas como "I Want That!" (Quiero Eso) que celebra lavatorios con diamantes incrustados serán reemplazados por shows dedicados a enseñar recetas de cocina para preparar en casa. "No es que tengamos una audiencia diferente, sino una audiencia que actúa de forma diferente", explica John Lansing, presidente de Scripps Networks Interactive. "Su sistema de valores está cambiando desde aspirar a la riqueza material a aspirar a vivir mejor su vida".

La economía estadounidense parece haber comenzado a recuperarse tras la peor recesión en medio siglo. Pero empresas que van desde fabricantes de zapatos a hoteles de lujo no prevén que los consumidores retomen sus hábitos despilfarradores en un futuro cercano. Creen, más bien, que se está formando una nueva mentalidad. Los consumidores saldrán de la recesión más cuidadosos, prácticos y avergonzados por las ostentaciones de riqueza.

Muchas empresas anticipan que el cambio persistirá incluso después de que el empleo y el crecimiento se acerquen a sus niveles normales. "Parece que estamos en un punto de inflexión cultural que no hemos visto desde la Segunda Guerra Mundial", afirma Jim Taylor, vicepresidente de Harrison Group. El mes pasado, la empresa de investigación de mercado encuestó a 1800 estadounidenses adinerados y descubrió que el 48% cree que podría sufrir grandes pérdidas financieras. "La gente se acostumbra a ser cuidadosa y no sé cómo se puede dar marcha atrás", señala Taylor.

Las empresas han rediseñado por completo sus políticas de marketing, con un rango de estrategias que van desde asesoría financiera más cauta a priorizar las experiencias sobre las posesiones.

No hay garantía de que los estadounidenses no vuelvan a meterse la mano al bolsillo una vez que repunte la economía, como lo hicieron después del 11 de septiembre de 2001. Algunos fabricantes de bienes de lujo mantienen todas las opciones abiertas. Las ventas de BMW AG en EE.UU. cayeron 22,5% entre enero y noviembre frente al mismo período del año pasado, según Autodata Corp. La automotriz alemana lanzó una nueva campaña publicitaria que exalta el placer de un auto más que su imagen de lujo. "El placer de conducir" es el lema.

Jim O?Donnell, el presidente de BMW para Norteamérica, no está seguro de que se trate de un cambio duradero en la cultura estadounidense de consumo. Si resulta más efímero que lo que parece, la campaña del "placer de conducir" podría convertirse en un concepto más hedonista. BMW considera al "placer" como un concepto flexible. "Se puede jugar" con la idea, señaló O?Donnell.

Sin embargo, mientras más perduren los aprietos económicos, afirma John Quelch, un profesor de marketing de la Universidad de Harvard, "más personas descubren nuevas formas de vivir con menos y esos mecanismos se arraigan".

Los estadounidenses, por ejemplo, han comenzado a ahorrar más. En octubre, ahorraron 4,4% de su ingreso disponible, según el Departamento de Comercio. Eso se compara con un promedio anual de ahorro del 2,7% en los últimos 10 años. El índice cayó a casi cero varias veces en los últimos años. Muchos economistas prevén que el ahorro aumente de ahora en adelante.

Siga leyendo el artículo del diario The Wall Treet Journal, Américas, publicado en La Nación de Buenos Aires

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