En la madrugada de este lunes, Chile -a través de su agente Alberto van Klaveren- entregará antel a Corte Internacional de La Haya la dúplica con que responderá a los argumentos con que Perú defiende su pretensión marítima.
De esta forma, se pone fin la fase escrita del proceso que comenzó en enero de 2008, cuando -después de 7 meses de haberla anunciado-, Palacio Pizarro concretó la presentación ante la Corte de La Haya con que busca definir los límites marítimos.
Chile, en tanto, considera que no hay asuntos pendientes, toda vez que la delimitación marítima quedó zanjada con los tratados de 1952 y 1954, que Lima -en el caso de Santiago- considera acuerdos pesqueros mientras que con Ecuador tratados de límites.
En ese minuto, los jueces iniciarán un exhaustivo trabajo de análisis de los documentos y argumentos con que cada país defiende sus posiciones.
NUEVA ETAPA
Tras el fin del proceso escrito, comenzará la fase oral, que es pública. En ella, intervienen tanto los agentes –Van Klaveren por Chile y Allan Wagner por Perú- como los equipos jurídicos.
En la práctica, mientras los agentes entregan una contextualización histórica y jurídica del caso, los litigantes contratados por cada país apuestan a zanjar aquellos aspectos que no han quedado suficientemente explicitados en los documentos escritos.
El fin del proceso, en todo caso, no debería ser antes de un año e incluso, se podría producir ya en 2013.
La dúplica -cuyo proceso ha sido monitoreado en detalle por el canciller Alfredo Moreno- tendrá énfasis en los puntos que separan a ambos países. Tiene cerca de 200 páginas más anexos y será presentada en inglés. Se prevé que por cortesía se le entregará una copia a Perú.
EJES
Quienes conocen los argumentos esgrimidos por la defensa nacional señalan que Chile probará la práctica, el uso que se le dio los tratados en el tiempo. En este sentido, un tema importante será probar que Chile ha ejercido efectivamente soberanía sobre el territorio reclamado por Perú.
¿Cómo?... mediante actas que prueban la captura de embarcaciones peruanas, ya sea pesqueras o buques, que traspasaron los límites establecidos.
En este sentido, señalan fuentes diplomáticas, Perú respetó por 50 años los tratados de 1952 y 1954 y eso es una evidencia "contundente"
"Cincuenta años, agregan, es tiempo razonable para probar la práctica y el uso".
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