Indonesia ha solicitado el envío inmediato de agua potable y ayuda médica a la isla de Nias, en la costa occidental de Sumatra, la más afectada por el terremoto de 8,7 de magnitud del pasado lunes. Por su parte, los diferentes organismos de la ONU que operan en Indonesia han comenzado ya sus trabajos para proporcionar asistencia a la población afectada. Hasta el momento se han evacuado 430 cadáveres de Nias y el archipiélago de Simeleue, pero fuentes gubernamentales han reconocido que la cifra podría elevarse hasta 2.000. Además, miles de personas han resultado afectadas. Según informó un responsable de los servicios de socorro indonesios, Nerli Sulistriani, entre otras 200 y 300 personas habrían muerto en la isla indonesia de Banyak, aunque ha asegurado que no tiene una confirmación de este balance. "En este momento necesitamos enviar agua mineral para la gente que tiene dificultades para acceder a agua potable. Aunque hay agua potable, ésta no puede distribuirse porque las infraestructuras han quedado inservibles por el terremoto", dijo el enviado especial a la zona del presidente indonesio, T.B. Silalahi, que valora la situación en Nias.
En tanto las autoridades continuan buscando víctimas. Y llegando a poblados con la esperanza de encontrar personas con vidas.
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