Un 43% de menores en 18 países de la región vive en hogares que están en círculo de la indigencia. En América Latina y el Caribe hay cerca de 81 millones de niños pobres y el 45 por ciento de los menores carece de una o más condiciones básicas como alimentación, educación, vivienda o salud, según revela un estudio de la Comisión Económica de América Latina y el Caribe (Cepal) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que se dio a conocer esta semana.
Pero esta investigación, que se realizó durante los años 2008 y 2009 en 18 países, (con datos del 2007 y anteriores), denominada 'Pobreza infantil en América Latina y el Caribe', no se detiene exclusivamente en la recolección de estadísticas, sino que analiza la compleja situación de los menores de 18 años en la región en cuanto a la vulneración de sus derechos básicos.
Por eso, más allá de las alarmantes cifras, de esos 81 millones de niños, niñas y jóvenes que viven con distintos tipos de privaciones en sus necesidades fundamentales, el documento llama la atención sobre la urgencia de mirar con detenimiento lo que significa ese enorme lastre social.
Para empezar, señala el informe, los niveles de pobreza por ingresos en la región siguen siendo altos y llama la atención el hecho de que el 17,9 por ciento de los niños está en situación de pobreza extrema, con lo que se llega, en total, a algo más de 32 millones de niños en los 18 países.
Les falta de todo
Estos niños están gravemente afectados por una o más privaciones extremas, en cuanto a precariedad de la vivienda, falta de acceso al agua potable o a sistemas de saneamiento, desnutrición global o crónica grave (o ambas), falta de acceso a los sistemas educativos (niños que nunca han ido a la escuela) o a sistemas de comunicación e información (incluyendo falta de electricidad en la vivienda).
Sin embargo, las realidades infantiles difieren mucho de un país a otro.
En los países con mayor pobreza infantil total (Bolivia, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Perú), casi el 41 por ciento de los niños era extremadamente pobre; en los países de pobreza infantil intermedia (Brasil, Colombia, Ecuador, México, Panamá, Paraguay y República Dominicana), la pobreza extrema afectaba a algo menos del 14 por ciento de los niños; y en los países con menor pobreza infantil, solo el 8 por ciento de los niños se encontraba en dicha situación.