Morales tomó juramento al grupo con el que quiere encaminar la agenda del encuentro plurinacional. Regresa Juan Ramón Quintana, advierten una línea dura, y éste lo niega
El presidente Evo Morales ratificó ayer a diez de sus ministros, presentó siete nuevos colaboradores, movió a Carlos Romero y recuperó a Pablo Groux y Ramón Quintana. Este gabinete prevé mejorar la gestión gubernamental y encaminar las propuestas del encuentro plurinacional.
“Las nuevas responsabilidades del nuevo gabinete son implementar las resoluciones del encuentro plurinacional. Algunas conclusiones son de aplicación inmediata”, señaló el Mandatario, tras posesionar a las nuevas autoridades del Órgano Ejecutivo.
El acto se desarrolló en el Palacio de Gobierno. Pasado el mediodía, se dio a conocer que sólo la mitad del gabinete seguirá junto a Morales en su tercer año de mandato al frente del Estado Plurinacional. David Choquehuanca continúa como ministro de Relaciones Exteriores, lo mismo que Rubén Saavedra en Defensa, Viviana Caro en Planificación del Desarrollo, Luis Arce en Economía y Finanzas Públicas, y Teresa Morales en la cartera de Desarrollo Productivo.
En el Ministerio de Trabajo se ratificó a Daniel Santalla y en Educación a Roberto Aguilar. Nemesia Achacollo sigue como titular de Desarrollo Rural y Tierras; Claudia Peña en Autonomías, y Nardi Suxo encabeza la cartera de Transparencia.
Entre los nuevos ministros figuran Juan José Sosa como titular de Hidrocarburos; Vladimir Sánchez, en Obras Públicas; Mario Virreira, en Minería; y Cecilia Ayllón, en Justicia. Juan Carlos Calvimontes está ahora a cargo del Ministerio de Salud; Felipe Quispe Quenta, del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, y Amanda Dávila en el área de Comunicación.
ORGANIZACIóN. La lista de los 20 ministros que conforman el gabinete de Morales se completa con el enroque de Carlos Romero, quien dejó el Ministerio de la Presidencia para asumir la cartera de Gobierno; y el regreso de dos exministros, Pablo Groux y Juan Ramón Quintana, para los ministerios de Culturas y de la Presidencia, respectivamente.
Morales hizo notar que dos de sus actuales colaboradores son “decanos” del gabinete, en alusión a Choquehuanca y Arce Catacora. En tanto, se puso en evidencia que ahora es menor la presencia femenina y que la designación de Romero en la cartera de Gobierno y el retorno de Quintana al ministerio que ya ocupó entre 2006 y 2008, vienen a reforzar su equipo.
De Quintana se recuerda que se destacó en la solución de conflictos sociales, mientras que de Romero se resalta su perfil mediador.
“El Gobierno ha reconocido que hay una crisis en el MAS (Movimiento Al Socialismo), un momento de debilidad en lo que se denomina el proceso de cambio y, por lo tanto, (el Presidente) convoca a una persona que, si bien tiene resistencias del pasado en ciertos sectores, puede darle firmeza, fortaleza para la reorientación de este proceso”, apuntó el analista político Carlos Cordero.
Además, dijo que es muy influyente al interior de las Fuerzas Armadas, que es un pilar estructural del Estado actual, lo que se equilibra con la presencia de Romero, a quien “se le dará las capacidades negociadoras y aspectos más de consenso para lograr los objetivos que se propone”.
Regreso. Quintana y Romero están para mejorar la gestión gubernamental “porque el Presidente ha reconocido debilidades en la gestión, en la inversión y en el último año hemos vivido muchos conflictos”, aseveró Cordero, quien calificó a ambos ministros como las “cabezas más políticas para mejorar la gestión gubernamental”.
Empero, el gabinete en sí evidencia que se ratificó a los ministros más técnicos y se precauteló la imagen indígena para llevar adelante la política exterior. Este aspecto, sumado a que Achacollo es la única mujer de pollera en el Ejecutivo, logran, además, que el pueblo se vea representado.
Dávila daría continuidad a la Ley de Comunicaciones, Calvimontes tendrá que encarar la inmediata aplicación de la jornada de ocho horas para los médicos, y Virreira aspirará a la nacionalización de la minera San Cristóbal, entre algunos primeros pasos.
“No es fácil ser ministro”, dijo el Canciller, quien tomó la palabra a nombre de todo el gabinete, y recalcó su “compromiso indeclinable” para concretar las transformaciones del proceso de cambio.
Finalmente, Morales pidió mayor iniciativa y creatividad a los ministros, así como coordinación y diálogo para resolver eventuales problemas. “No hemos venido a disfrutar el poder, sino (para ver) cómo el pueblo puede disfrutar el poder”, sentenció.