lunes, febrero 28, 2011

Los rebeldes esperan la contraofensiva de Gadafi en las ciudades arrebatadas


El régimen de Trípoli trató de repatriar la pasada semana dinares libios por un valor equivalente a 900 millones de libras (unos 1.053 millones de euros) que tenía depositados en el noreste de Inglaterra, informa hoy el diario The Times. Según The Times, el ministro británico de Finanzas, George Osborne, ordenó interponer una serie de obstáculos logísticos a la salida de ese dinero mientras preparaba la congelación de los activos del dictador libio y su familia en el Reino Unido.

El Gobierno británico ha congelado con efecto inmediato los activos de Gadafi, de los miembros de su familia y de «quienes actúan siguiendo sus instrucciones». Los afectados por esa orden son, según el Tesoro británico, el coronel Gadafi, y sus hijos Aisha, Hannibal, Khamis, Mutassim y Saif al-Islam. «He tomado la media de congelar los activos del coronel Gadafi y su familia y quienes actúan en su nombre para que ésos no puedan utilizarse en contra de los intereses del pueblo libio», afirmó el ministro de Finanzas, George Osborne, en un comunicado


Los rebeldes logran acorralar a Khadafy

El cerco sobre líder libio Muammar Khadafy se estrecha cada vez más. Tras diez días de revueltas y enfrentamientos armados, los rebeldes tomaron ayer control de Zawiya, una ciudad situada a tan sólo 50 kilómetros de Trípoli. Mientras el dictador se aferra al poder, la oposición creó un Consejo Nacional como alternativa política al régimen.


Los rebeldes, que desde hace días controlan amplias zonas del este de Libia, tomaron ayer Zawiya tras duros choques con las tropas gubernamentales, en los que habrían muerto decenas de personas, según declaró un testigo a la cadena de televisión árabe Al-Arabiya.

Otros testigos relataron que varios edificios del gobierno y estaciones de policía terminaron en llamas. Algunas fuentes señalaron que una parte del contingente militar desplazado por el dictador libio se unió a los rebeldes antes de entrar en acción en Zawiya, una ciudad de unos 200.000 habitantes, considerada clave para el avance final sobre Trípoli desde el Oeste.

Los rebeldes cuentan con tanques y armas antiaéreas del ejército instaladas en camionetas. Pero el avance hacia la capital no será fácil. Las fuerzas leales a Khadafy todavía controlan las afueras de Zawiya y han establecido por lo menos seis puestos de inspección, reforzados con tanques, en el trayecto entre esa ciudad y Trípoli. En la capital, bajo control del gobierno, ayer se volvieron a escuchar ráfagas de tiros en algunos barrios.

Los rebeldes llegan a las puertas de Trípoli



La antigua bandera tricolor del reino de Libia -roja, verde y negra- ondea sobre la ciudad de Zauiya, controlada ya por las tropas rebeldes, una mezcla de comités ciudadanos y de militares contrarios al régimen de Gadafi. Las batallas de los últimos días se han decantado finalmente del lado de los opositores y ni la artillería pesada, ni las incursiones esporádicas de los mercenarios africanos pagados por el dictador han logrado someter a los ciudadanos.

La antigua bandera tricolor del reino de Libia -roja, verde y negra- ondea sobre la ciudad de Zauiya, controlada ya por las tropas rebeldes , una mezcla de comités ciudadanos y de militares contrarios al régimen de Gadafi. Las batallas de los últimos días se han decantado finalmente del lado de los opositores y ni la artillería pesada, ni las incursiones esporádicas de los mercenarios africanos pagados por el dictador han logrado someter a los ciudadanos. Su resistencia a esos ataques les ha dado ventaja en su afán por acercarse a las puertas de Trípoli . Los rebeldes ya están a las puertas de la capital y último bastión del régimen que ha dominado el país magrebí durante los últimos 42 años.

La localidad de la costa oeste de Libia, a 50 kilómetros de la capital, se convierte desde ahora en un punto estratégico para derrocar al dictador. No solo por poseer refinerías de petróleo y un puerto, sino por sus éxitos a la hora de repeler con escopetas los embates de las fuerzas leales a Gadafi. Los testimonios que venían de la ciudad, de 200.000 habitantes, hablaban de los castigos del régimen por haberse rebelado . La sangre corrió por las calles el miércoles y el jueves, pero los ciudadanos, apoyados por los soldados, resistieron la munición del calibre 14,5 disparada desde ametralladoras antiaéreas, según la información obtenida esta semana por este periódico.


sábado, febrero 05, 2011

Cables de WikiLeaks revelan división dentro del ejército egipcio



Foto: Reuters Comparte este artículo

Los cables filtrados por WikiLeaks fueron destacados por el periódico estadounidense 'Financial Times' y allí describen al Ejército egipcio como dividido en facciones ya desde hace tiempo. De acuerdo con un informe de diplomáticos estadounidenses, hecho en 2009 con motivo de una visita del presidente Hosni Mubarak a Washington, el Ejército egipcio no es monolítico, sino que está divido en bandos entre los que reina la desconfianza.

Mubarak, que ha anunciado que no se presentará a la reelección el próximo septiembre para facilitar una transición democrática, tiene la tarea de contener el poder de los diferentes generales en unas Fuerzas Armadas en continuo declive, señalan los cables de WikiLeaks reseñados por el 'Financial Times'.  Según tales documentos, los mandos intermedios del Ejército sienten desprecio por el comandante de las Fuerzas Armadas y el ministro de Defensa, el mariscal de campo Mohamed Husein Tantaui, de quien opinan que es el "perrillo faldero" de Mubarak.

En el 2009, cuando se elaboraron los cables desde El Cairo, los militares no veían con buenos ojos una posible sucesión de Mubarak por parte de su hijo, por el hecho de que este no terminó su servicio militar, informa el periódico. Pese a todo, los cables revelan que Mubarak tiene un firme control sobre los altos mandos de las Fuerzas Armadas, cuyo papel en una sucesión es impredecible.

Mubarak abandona la presidencia del partido del Gobierno egipcio

Cuando se cumplen doce días de protesta de la sociedad egipcia para exigir el final de la era Mubarak, algo parece moverse en el seno del Gobierno egipcio. En lo que podría ser un primer paso hacia su salida del Gobierno, el presidente Hosni Mubarak ha abandonado el liderazgo del oficialista Partido Nacional Democrático, según ha anunciado esta tarde el canal de televisión Al Arabiya, después de que la televisión estatal egipcia informara de que había dimitido en bloque todo la cúpula directiva del partido. Entre aquellos que han renunciado a su puesto se encuentra Gamal Mubarak, hijo del actual presidente y señalado como sucesor del régimen. El nuevo secretario general del partido gobernante es Hossam Badrawi, un politico del ala liberal de la formación, que sustituye a Saftwat el-Sherif, de 77 años y una de las figuras clave en estos 30 años de régimen al representar mejor que nadie el poder de la vieja guardia. Sherif es también portavoz de la cámara alta del Parlamento.

Este movimiento político se produce en un contexto de acercamiento a la oposición, entre cuyas exigencias está la petición expresa de que Mubarak y su equipo de fieles desaparezcan del mapa político para negociar la transición.

Un miembro del partido gobernante ha declarado a la agencia Reuters que la renuncia de Mubarak no afecta a su posición como presidente del país, que sigue ostentando sin cambio alguno. "La renuncia es muy importante políticamente porque el partido estaba explotando el Estado en beneficio del propio partido, y eso causaba muchas críticas", ha explicado por su parte el analista Diaa Rashwan.

La protesta continúa en El Cairo

Mientras, los opositores al régimen no piensan rendirse, pese a que el presidente se aferra al poder. Los manifestantes que desde hace casi dos semanas ocupan la plaza de la Liberación, en el centro de El Cairo, siguen allí sin ninguna intención de abandonar su protesta. Aunque la mañana ha estado tranquila, por la tarde la plaza ha vuelto a llenarse de personas que piden la caída del presidente. La llegada de manifestantes ha sido constante desde primera hora de la mañana, con personas que se acercaban desde otros puntos de la ciudad llevando pan, zumos y provisiones para los que están acampados en la plaza.

viernes, febrero 04, 2011

Tras el rezo de los viernes, la multitud pidió a gritos la salida de Mubarak


Crédito foto: AP

En un intento por detener la protesta, el ministro del Interior visitó la Plaza Tahrir, centro de los opositores en El Cairo. Tantaui habló a la muchedumbre rodeado por soldados, que pidieron a los manifestantes que se sentaran, al iniciarse una nueva jornada de protestas que la oposición espera transformar en "Día de la Partida" del presidente Hosni Mubarak.

Mubarak "les ha dicho que no volvería a presentarse" en la próxima elección de septiembre, dijo Tantaui. El ministro reiteró el llamamiento de los principales dirigentes del país a un diálogo con la oposición y se refirió especialmente al Guía Supremo de los Hermanos Musulmanes -el grupo más articulado de los adversarios de Mubarak- Mohamed Badi.

"Díganle al Guía que se siente (a negociar) con ellos", lanzó el ministro. Badi dijo minutos después que cualquier diálogo con el gobierno estará condicionado a la renuncia de Mubarak.

Según la televisión estatal, "el ministro de Defensa está inspeccionando la situación en la plaza Tahrir". La televisión también exhortó a la muchedumbre a retirarse de la zona. Mientras tanto, el Ejército rodeó el lugar, complicando el ingreso de los manifestantes.

Egipto podría vivir hoy su peor jornada de violencia. En el décimo día consecutivo de protestas, el movimiento de oposición convocó a la población a manifestarse en todas las ciudades del país y esperan que en El Cairo participen un millón de personas, como sucedió el 28 de enero.

La consigna parece inamovible: Mubarak debe dejar el poder en manos de un gobierno de transición para que éste convoque a elecciones democráticas.

Fuente: Infobae.com

Una gran multitud se congrega para forzar la "despedida" de Mubarak


"¡Se va, se va!" y "¡No nos vamos hasta que él se vaya!". Es el grito unánime que a estas horas se oye en la plaza de la Liberación de El Cairo, en el momento justo en el que el rezo del viernes ha concluído, un rezo en el que se han unido musulmanes y cristianos. La lucha para echar del poder al presidente Hosni Mubarak alcanza hoy un día clave, una jornada en la que los opositores esperan el abandono. Durante el sermón, los predicadores han insistido en que la revolución "no es religiosa" y "pertenece por igual a musulmanes y cristianos, hombres y mujeres".

Horas antes del rezo el Ejército ha intensificado los accesos a la plaza. Si bien estos días atrás los soldados, que controlaban los accesos, permitían la entrada a los grupos de personas que se acercaban, hoy el control es mayor y sólo se ha permitido el acceso de uno en uno, lo que ha provocado numerosas colas de personas. El mayor papel de los militares, posterior a la visita del ministro de Defensa, Mohamed Husein Tantawi, hace unas horas, puso en alerta a los manifestantes, que comenzaron a rodear los carros de combate para evitar que sus movimientos les destrozaran sus barricadas caseras. El ministro estuvo rodeado de fuertes medidas de seguridad, y ha dicho algunas frases a EL PAÍS y Cadena SER: "Egipto es un país fuerte. La situación está bajo control". Además, ha tratado de rebajar importancia a las protestas. "No todo el país es la plaza de la Liberación", ha añadido.

Por otro lado, el canal de televisión Al Yazira ha narrado cómo los manifestantes comprobaban esta mañana los documentos de identidad de las personas que accedían al lugar para comprobar que no se cuele ningún policía o agente al servicio del Gobierno que pueda ocasionar disturbios como los vividos ayer. El ambiente que se respira es el de alegría y confianza en que la salida de Mubarak es un hecho. Las personas concentradas en la plaza están informados de lo que está ocurriendo fuera y de las negociaciones de los políticos como respuesta a sus protestas.

Resiste Mubarak y crecen los choques

El presidente declaró que si él renuncia, el caos se apoderará de Egipto, pero EE.UU. negocia un acuerdo para que deje el poder

"Yo o el caos." Más terco que nunca, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, advirtió que se resiste a dejar el poder, pese a que recrudece la batalla en la plaza Tahrir -símbolo de la revuelta en su contra- y se agrava la situación en Egipto, que se hunde, sin parar, en la anarquía y en algo que se asemeja cada día más a una guerra civil. A pesar de las declaraciones de Mubarak, la Casa Blanca hizo saber anoche que negocia un plan con el presidente egipcio para que éste deje inmediatamente el poder, que recaería en el nuevo vicepresidente, Omar Suleiman.

Mientras durante todo el día continuaron los violentos choques entre seguidores del presidente y grupos rivales, que desde el 25 de enero permanecen en la plaza Tahrir -en dos días hubo 13 muertos y más de 1200 heridos-, "el Faraón", de 82 años y desde hace casi tres décadas en el poder, dijo ayer a latarde: "Si pudiera renunciaría, pero temo el caos". Lo hizo en una entrevista con la cadena norteamericana ABC.
El mismo concepto intentaron transmitir sus dos nuevos hombres fuertes -Suleiman y el primer ministro Ahmed Shafiq- en largas intervenciones en la TV, en las que rechazaron cualquier hipótesis de salida de escena del rais como la que vivió el 14 de enero pasado el dictador tunecino Zine El Abidine Ben Ali.

Los partidarios de Mubarak intentan boicotear la protesta en la plaza Tahrir



Las calles de El Cairo vuelven a sufrir enfrentamientos entre partidarios y detractores de Hosni Mubarak. Cientos de simpatizantes del presidente egipcio han intentado entrar en la Plaza de Tahrir, donde acampan y protestan los manifestantes, para reventar el 'Día de la Salida'.

Al ver que se aproximaban, grupos anti Mubarak han empezado a alarmar a los que se encuentran en Tahrir, para que les ayuden a frenar a los pro Mubarak. Les alarmaban con fuertes golpes en las farolas y se enfrentaban a ellos, arrojándose piedras. Ya hay varios heridos.
Emotivo rezo

Egipto estaba viviendo con emoción su 'Día de la Salida'. Miles de manifestantes anti Hosni Mubarak se han concentrado al mediodía en la Plaza Tahrir, en el centro de El Cairo, y han rezado juntos, rindiendo un tributo a las víctimas mortales de las protestas contra el régimen que se vienen sucediendo desde hace más de una semana.

Los congregados en la también llamada Plaza de la Liberación se han dado las manos y, al término del rezo, han alzado sus puños y gritado al unísono: "¡Mubarak, vete!".
 

Egipto: EE.UU. negocia una inmediata salida de Mubarak en medio del caos

La Casa Blanca prepara un acuerdo con las autoridades egipcias para que el mandatario entregue el poder a "un gobierno de transición"; detractores del presidente llamaron a otra masiva manifestación llamada el "día de la partida"; decenas de miles de ciudadanos participaron de una oración

Egipto: EE.UU. negocia una inmediata salida de Mubarak en medio del caos
Protestas y rezos en Egipto. Foto AFPVer más fotos

Los egipcios que luchan por derrocar al presidente Hosni Mubarak esperan reunir a un millón de personas en una nueva marcha, mientras Estados Unidos trabaja para convencer al líder de 82 años para que inicie un traspaso de poder.

Anoche, el Senado estadounidense aprobó por unanimidad una resolución que llama a una salida inmediata de Mubarak del poder mediante un gobierno de transición y el posterior llamado a elecciones.
Además, un funcionario estadounidense de alto rango, quien rehusó ser identificado, declaró que Washington estaba discutiendo con los egipcios diferentes escenarios.

Sin embargo, el presidente egipcio, en una entrevista con ABC, dijo que cree que el país aún lo necesita. "Si yo renuncio hoy, habrá caos" , señaló.Por su parte, el guía de los Hermanos Musulmanes, principal fuerza de la oposición, señaló está dispuesto a dialogar con el vicepresidente Omar Suleimán a condición de que renuncie Mubarak, en declaraciones a la televisión Al Jazeera.

Mientras tanto, en la Plaza Tahrir de El Cairo -el centro de las protestas que entran en su onceavo día-, miles de personas se preparaban para otra multitudinaria manifestación llamada el "día de la partida".
Los organizadores llamaron a marchar desde donde quiera que estén hacia la plaza.
En este contexto, decenas de miles de egipcios participaron hoy en la oración del mediodía en la plaza Tahrir, con rezos que fueron compartidos por musulmanes y cristianos, en un momento de gran emoción que no se recuerda en la historia reciente de Egipto.

Transición. El diario New York Times, citando a funcionarios estadounidenses y diplomáticos árabes, informó que Washington está discutiendo un plan para que Mubarak entregue el poder a un gobierno de transición encabezado por el vicepresidente, con el apoyo del ejército egipcio.Sin embargo, también citó a un funcionario egipcio de alto rango diciendo que la Constitución no permite eso. "Esa es mi respuesta técnica", agregó. "Mi respuesta política es que ellos deberían preocuparse de sus asuntos", sostuvo. Suleiman también sugirió estar irritado con la interferencia de Estados Unidos en una entrevista en televisión. "Hay algunas formas anormales en las que países extranjeros han intervenido a través de declaraciones de prensa y comunicados. Esto es muy extraño, dada la relación amistosa entre nosotros y ellos", afirmó. Hasta ahora, el presidente norteamericano Barak Obama y sus máximos asesores evitaron cuidadosamente pedir la renuncia del actual mandatario, que ya lleva 30 años en el poder, en cambio insistieron en que una transición ordenada "debe comenzar ahora".

Obama negocia la inmediata salida de Mubarak

  El gobierno de EE.UU. mantiene conversaciones con el vicepresidente egipcio Omar Suleiman y la cúpula militar para definir una solución a la crisis. No se sabe si el cuestionado presidente, desde hace 30 años en el poder, aceptará. El gobierno de Barack Obama está negociando con el vicepresidente egipcio Omar Suleiman y la cúpula de las Fuerzas Armadas egipcias  una salida a la crisis actual. El plan prevé la renuncia de Mubarak quien sería reemplazado hoy por Suleiman con el apoyo militar.

Después de haber dicho  que si renunciaba “habría caos”, todavía no está claro si  Mubarak aceptara abandonar el poder .Tampoco trascendió si Suleiman ira tan lejos como para forzarlo a que renuncie. Las  negociaciones entre  funcionarios de ambos gobiernos en marcha , sin embargo, fueron  confirmadas por The New York Times en Washington y en Egipto.

Hay otros escenarios que están sobre el tapete por si este plan fracasa, pero tal como lo adelanto Clarín, los militares están teniendo  un papel clave en esta negociación. El jefe del Estado Mayor conjunto  de las Fuerzas Armada egipcias, Sami Enan, y el ministro de defensa,  Mohamed Tantaui,  están de acuerdo con que se inicie inmediatamente un proceso de reforma constitucional al mismo tiempo que el gobierno de transición le abra el juego a la oposición, incluyendo a la Hermandad Musulmana.  El objetivo es establecer las condiciones para que las elecciones de setiembre sean democráticas y libres. Esto explica porque el gobierno de Estados Unidos ha venido diciendo que no suspenderá la ayuda financiera y militar a Egipto.

En momentos en que parecía totalmente superado por esta crisis, si la negociaciones en curso  tienen éxito, Obama habrá demostrado que Estados Unidos todavía tiene influencia en el Oriente Medio, algo que durante todos estos días estuvo muy en duda. El senado de Estados Unidos aprobó ayer una resolución en la que pide la renuncia de Mubarak.

El dictador maniobra

El Gobierno egipcio invita infructuosamente al diálogo mientras sus matones salen a la calle

Egipto se desliza rápidamente hacia un escenario cada vez más preocupante de parálisis política y violencia creciente. Los nuevos síntomas son la irrupción de matones gubernamentales en El Cairo contra los manifestantes anti-Mubarak y los periodistas extranjeros y el papel progresivamente policial de un Ejército que pide a los ciudadanos que vuelvan a sus casas, mientras se interpone entre uno y otro bando. Gobierno y oposición emiten en las últimas horas en longitudes de onda tan contrapuestas que invitan a pensar en una estrategia definida del dictador para pilotar la transición en el país árabe, en lugar de abandonar inmediatamente el poder, como le exige la calle.

El nuevo Gobierno, a cuyo frente Hosni Mubarak ha puesto a dos acólitos militares, asume que el presidente sigue. El jefe del Parlamento de partido único aseguraba ayer que los cambios constitucionales prometidos por el rais se materializarán a tiempo de conformar las distantes elecciones de septiembre, ya sin Mubarak. El primer ministro, por su parte, invita a negociar no se sabe qué a una difusa oposición -de la que forma parte la fuerza islamista Hermanos Musulmanes y de la que el ex diplomático El Baradei se ha convertido, por sus conexiones, en portavoz internacional- que rechaza hablar mientras Mubarak siga al timón.

De los dos desenlaces más probables de la mayor crisis del mundo árabe -un relevo instrumentado por un agónico Mubarak o su renuncia en favor de un Gobierno de transición que convoque elecciones y transfiera un poder legitimado por el pueblo-, el primero y más peligroso parece estar abriéndose paso. La posición castrense sigue siendo el pivote decisivo de cualquier vuelco. El Ejército egipcio ha facilitado hasta ahora las protestas, pero se ignora si está dispuesto a llegar a la puerta del palacio presidencial.

Los egipcios han arrancado a la dictadura más en una semana que en 30 años. Y parecen dispuestos a continuar, pese a que cada día en la calle representa una heroicidad, no solo económica. Mubarak puede jugar a esperar y hacer como que hace algún caso, pero es parte de una estrategia de desgaste que no va ser decisivamente forzada por los poderes internacionales, que consideran hechos los deberes poniendo plazo fijo a su reinado. No está claro en todo caso si quienes le padecen desde hace 30 años se puedan permitir un dilatado pulso sin romperse o desfallecer.

jueves, febrero 03, 2011

Sharing Democracy With the Egyptian Military

The two men now running Egypt -- Hosni Mubarak, 82, and his hand-picked successor, 74-year-old Omar Suleiman -- both attended Moscow's Frunze Military Academy as young officers (Mubarak also trained as a pilot in Moscow). That's where they learned how to command subordinates -- and deal with challenges. Like the rest of the Egyptian military of their generation, they marched in lockstep with the Soviet military's principles, doctrine and management style.

But ever since the Camp David peace accords between Egypt and Israel, promising Egyptian military officers have come to U.S. military schools, including the Army War College in Carlisle, Penn., the Army's Command General Staff College at Fort Leavenworth, Kan., and the National Defense University in Washington, D.C. Inculcated there with U.S. ideals on lawful civilian control of military, such an education has helped act as a "safety" on the firepower of the Egyptian streets now massing in Cairo and in other cities.


The two men now running Egypt -- Hosni Mubarak, 82, and his hand-picked successor, 74-year-old Omar Suleiman -- both attended Moscow's Frunze Military Academy as young officers (Mubarak also trained as a pilot in Moscow). That's where they learned how to command subordinates -- and deal with challenges. Like the rest of the Egyptian military of their generation, they marched in lockstep with the Soviet military's principles, doctrine and management style.

But ever since the Camp David peace accords between Egypt and Israel, promising Egyptian military officers have come to U.S. military schools, including the Army War College in Carlisle, Penn., the Army's Command General Staff College at Fort Leavenworth, Kan., and the National Defense University in Washington, D.C. Inculcated there with U.S. ideals on lawful civilian control of military, such an education has helped act as a "safety" on the firepower of the Egyptian streets now massing in Cairo and in other cities.

"This new generation of Egyptian officers has been exposed to the American military and has had a very favorable impression of not just the way we fight our wars but also about the relationship between the military and society," says Robert Scales, a retired Army major general who served as commandant of the Army War College where he launched the international fellows program. "One of the reasons for the army's reluctance to follow Mubarak's intent and squeeze the population in Cairo has to do with the Egyptian military's exposure to the U.S. military."

El Gobierno promete diálogo mientras sigue la represión

El centro de El Cairo se ha convertido de nuevo en el escenario de una batalla campal donde la violencia y los actos vandálicos no han cesado, a pesar de que los militares optaron esta tarde por disparar al aire con el objetivo de dispersar los enfrentamientos. Lejos de diluir el caos instalado en las calles de la capital egipcia desde hace dos días, los tiros se han perdido entre el ruido de la plaza de la Liberación, centro neurálgico de los enfrentamientos. Los partidarios del presidente continúan moviéndose por la ciudad con un único objetivo: silenciar cualquier voz discordante con el régimen. Hosni Mubarak, sin embargo, -en una entrevista concedida a la corresponsal Christiane Amanpour, de ABC News-, ha asegurado que la única manera de que no se instale el caos en la ciudad es su permanencia en el poder. "Me dio mucha pena ver a egipcios peleando entre ellos. Me hubiera ido, pero todo sería un caos", ha recalcado el presidente. "No me importa lo que la gente diga sobre mí. Me importa mi país, me importa Egipto", ha insistido, en la línea del discurso patriótico del pasado martes, tras la multitunaria manifestación que dio paso a los enfrentamientos que todavía se viven en el país.

Mientras el presidente insiste en que se queda por el bien de su país, sus seguidores tratan de tapar la boca a aquellos que disienten del régimen. Los periodistas y los miembros de ONG buscaban ayer lugares seguros para evitar linchamientos y robos. Hoy, han sido asaltados en sus propios hoteles, han esquivado balas y navajazos y algunos han sido detenidos. El vicepresidente egipcio el Gobierno, Oman Suleimán, ha negado cualquier implicación con los actos violentos a través de una entrevista concedida a la televisión estatal, y ha prometido que mantendrá un diálogo con la oposisón para iniciar reformas constitucionales.

Mubarak afirma que si renuncia "habrá caos"

Hosni Mubarak no se siente responsable de la violencia que se ha vivido en los últimos días en la plaza de la Liberación de El Cairo. El presidente egipcio acusa a los Hermanos Musulmanes por ello. "Me sentí muy infeliz por lo que pasó ayer. No quiero que los egipcios peleen entre ellos", ha dicho Mubarak en una entrevista con la veterana periodista Christiane Amanpour, de la cadena ABC News. Es la primera entrevista que Mubarak concede a un medio de comunicación desde que comenzaron las manifestaciones pidiendo su dimisión hace ya 10 días.

Según Amanpour, Mubarak le ha dicho durante la conversación -que se extendió unos 30 minutos- que estaba "harto de ser presidente" y que le gustaría dejar el puesto ya pero que no puede, por temor a que el país "se hunda en el caos".

Amanpour le pregunta como se siente al ver a la gente gritándole insultos y pidiendo que se vaya y contesta: "No me importa lo que dice la gente sobre mí. Ahora mismo lo que me importa es mi país, me importa Egipto". También ha reconocido que se sintió alivado después de anunciar al país el pasado martes que no se postularía a la reelección después de casi 30 años en el poder.

A pesar de los rumores de que hablaban de la familia huida a Londres, Amanpour cuenta que al acudir al palacio presidencial para hacer la entrevista fue recibida por el hijo de Mubarak, Gamal, quien era considerado uno de los candidatos a sustituirle al frente del Gobierno. El presidente egipcio ha asegurado a la periodista que nunca fue su intención que su hijo fuera su sucesor. "Nunca tuve la intención de postularme otra vez. Nunca tuve la intención de que Gamal fuera presidente después de mí", ha afirmado Mubarak, agobiado por las revueltas y por la presión internacional que quiere una transición pacifíca que prepare las elecciones de septiembre.

El régimen recurre al miedo para contener a la oposición


El vicepresidente Suleimán exige el fin de las protestas . "Táctica del miedo". Mohamed el Baradei hizo ayer esta acusación contra el Gobierno de Hosni Mubarak. Las calles de El Cairo se habían convertido en una batalla campal entre manifestantes progubernamentales y antigubernamentales que se enfrentaban después de que columnas organizadas, con una clara estrategia destructiva, irrumpieran en la plaza de la Liberación portando fotos del dictador. El ex director del Organismo para la Energía Atómica (OIEA) aseguró que habían salido a la calle "matones" para "atacar a manifestantes pacíficos" y aseguró tener pruebas de que se trataba de "agentes de policía vestidos de civil"."Tenemos sus carnés de policía", afirmó. El opositor egipcio pidió en declaraciones al canal Al Yazira, que las Fuerzas Armadas intervengan para proteger a los ciudadanos. También insistió en que deben dejar atrás la neutralidad y tomar cartas en el asunto.

El vicepresidente egipcio, Omar Suleimán, instó anoche a todos los manifestantes a regresar a sus casas y respetar el toque de queda para que vuelva la calma. El hasta ahora jefe de los servicios secretos, aseguró que el diálogo con las fuerzas políticas depende del fin de las protestas en las calles.

Hasta ahora, el Ejército ha permanecido como mero controlador de la situación intentando mantener un orden en las manifestaciones pacíficas que cumplen diez días consecutivos. También rechazaron la violencia lo ocurrido los partidos políticos opositores, que el pasado martes trataban de dibujar una hoja de ruta que, ya sin Mubarak en el poder, llevara a una transición pacífica. El Baradei, volvió a reiterar ayer que Mubarak debe abandonar el poder antes del viernes. Ese día, los movimientos de jóvenes que están liderando la protesta han planeado llevar a cabo una nueva marcha a la que han denominado "El viernes de la partida".


Leales a Mubarak intentan silenciar a tiros la protesta y matan a 5 personas


La madrugada ha puesto fin a la falsa calma que se había instalado en el centro de El Cairo después de la cruenta jornada del miércoles. En mitad de la noche, los partidarios de Mubarak han retomado la violencia y han comenzado a disparar y a lanzar cócteles molotov contra los opositores al régimen que se encuentran concentrados en la Plaza Tahrir. Según la cadena Al Yazira, al menos cinco personas han muerto y centenares han resultado heridas como consecuencia de los ataques.

El pánico se ha extendido entre los manifestantes acampados en la plaza, centro simbólico de las revueltas, que tras el inicio de los disparos han comenzado a correr en todas las direcciones para tratar de escapar de las balas y el fuego que se localizan en los alrededores del Museo Egipcio. Los disparos se han realizado desde tres lugares distintos próximos a la plaza Tahrir, informa Efe.

Sin embargo, tras los momentos de angustia, los manifestantes anti Mubarak se han mostrado ya esta mañana más serenos y han confirmado que continuarán con su 'acampada de protesta' en la también llamada Plaza de la Liberación. "De una manera o de otra, acabaremos con Mubarak", gritaban al amanecer. "No nos rendiremos. No nos venderemos", coreaban otros.

Mubarak, de símbolo de la estabilidad a ícono del autoritarismo


El presidente Hosni Mubarak llegó al poder en medio de una crisis hace tres décadas, como un tranquilizador símbolo de estabilidad para muchos egipcios y para los líderes occidentales que buscaban un aliado sólido en Medio Oriente. Hoy, la crisis vuelve a hacer temblar a Egipto, y casi todo el mundo considera que Mubarak es el origen del problema.

En el lapso de su presidencia, Mubarak, un ex piloto y general de la fuerza aérea con un temperamento combativo y obstinado, dio pasos tentativos hacia una reforma democrática, pero luego retrocedió hacia el autoritarismo que, unido a la pobreza y a un cultura de corrupción, contribuyó a lograr que los egipcios salieran a protestar a la calle.

La perspectiva de que Mubarak, de 82 años, estuviera preparando a su hijo, Gamal, para que lo sucediera en el poder, hizo sentir a muchos egipcios que estaban atrapados en el pasado, privados de cualquier oportunidad de cambio y renovación. Después, el levantamiento en Túnez les envió un mensaje electrizante: es posible deponer un viejo

Egipto: la disputa por llenar el vacío que dejaría Mubarak

Las calles de El Cairo fueron escenario el miércoles de nuevos enfrentamientos entre quienes defienden un cambio que todavía está por definir y quienes se aferran a un sistema político que permaneció casi inmutable en los últimos 30 años en Egipto.

Las manifestaciones del miércoles dejaron al menos un muerto y cientos de heridos, según informes oficiales.
Un día antes, el presidente, Hosni Mubarak, había prometido abandonar el poder tras las próximas elecciones, previstas para septiembre de 2011. Un plazo de ocho meses que, para muchos de los manifestantes, es demasiado largo. "Creo que este régimen no quiere escuchar al pueblo, no quiere entender se tienen que ir. Los egipcios quieren que Mubarak se vaya y que lo haga inmediatamente, antes de que el país se vaya por el desagüe", aseguró a la BBC el premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei, uno de los principales dirigentes de la oposición.

También el grupo islamista de los Hermanos Musulmanes –la mayor fuerza opositora- manifestó que Mubarak "no tiene otra alternativa" que abandonar el gobierno.

EL GOBIERNO EGIPCIO RECHAZA LOS LLAMADOS EXTRANJEROS A UNA TRANSICION INMEDIATA

Más temprano, la UE había instado a Mubarak a iniciar la transición "lo más rápidamente posible". Y ayer Obama había dicho que el cambió debía empezar ya. Pero la Cancillería egipcia dijo que esos pedidos buscan "inflamar la situación".

La Unión Europea se unió al reclamo de la Casa Blanca y reclamó hoy a Egipto que la transición política comience lo antes posible.

Últimamente, la UE había sido criticada por su falta de apoyo a las manifestaciones a favor de la democracia y por dejar que Washington tome la delantera al distanciarse del régimen de Mubarak.

Ahora el bloque decidió tomar partido –como para que no queden dudas de qué lado está-, y la comisión ejecutiva expresó en un comunicado su ''firme compromiso de apoyar las aspiraciones legítimas del pueblo de Egipto''. También destacó la necesidad de "una transición ordenada y la realización de elecciones libres e imparciales en Egipto''.

miércoles, febrero 02, 2011

Partidarios y detractores de Mubarak se enfrentan en la plaza de la Liberación




La protesta pacífica se ha extinguido este miércoles en Egipto. Al presidente Mubarak se le ha agotado la paciencia y ha lanzado a grupos de partidarios suyos, auténticos matones camuflados como manifestantes, a reventar la concentración pacífica en la plaza Tahrir (Liberación), epicentro desde hace nueve días de la revuelta contra un régimen que dura ya tres décadas. Con actitud muy violenta, grupos de seguidores del presidente han irrumpido en la céntrica plaza y se ha desencadenado una batalla campal con los manifestantes anti-Mubarak. Según el Gobierno, al menos tres personas han muerto y 639 han resultado heridas. Mientras tanto, el régimen ha rechazado dar paso de manera inmediata a una transición como ha pedido en los últimos días (y reiterado este miércoles) la comunidad internacional. El recién nombrado vicepresidente de Egipto, Omar Suleimán, ha pedido a los ciudadanos que regresen a sus casas y respeten el toque de queda, a la vez que ha vinculado la apertura del diálogo con la oposición a que esta detenga las protestas.

La pelea fue dura durante todo el día. Por la tarde, los partidarios del presidente se retiraron y hubo calma durante un par de horas, pero con la llegada de la noche la batalla volvió y se recrudeció por momentos con el lanzamiento de bengalas y cócteles molotov. Algunos impactaron contra el Museo Egipcio, aunque cayeron en la zona de jardines y el edificio "está a salvo", según informó a Reuters una persona que se encontraba en su interior.

EJERCITO PIDE A LOS EGIPCIOS QUE ABANDONEN LAS PROTESTAS

El presidente egipcio, Hosni Mubarak, que se resiste a abandonar el poder, ha ordenado hoy la suspensión del Parlamento hasta que se revisen los resultados de las elecciones legislativas del pasado diciembre. El anuncio ha sido hecho tras la petición del Ejército a los manifestantes para que vuelvan a sus casas. La oposición denunció el fraude masivo en esos comicios en el que el partido de Mubarak se hizo con la casi totalidad de los escaños.

El Ejército egipcio ha tomado la palabra hoy para llamar a los ciudadanos, que inician el noveno día de protestas, a que vuelvan a sus casas. Lo ha hecho horas después de escuchar el anuncio de Hosni Mubarak de que no se va, pero que no se presentará a la reelección en las presidenciales de septiembre, y tras comprobar el poder de convocatoria del movimiento que reclama la salida del dictador con una masiva concentración -cientos de miles de personas- en la plaza de la Liberación de El Cairo.

Se ha escuchado vuestro mensaje y se van a atender vuestras demandas, dice el estamento militar, actor clave en el país por el apoyo del que goza entre la población pero también como cuna del actual presidente y de los dos anteriores. El comunicado militar se ha producido mientras comenzaban de nuevo a acudir miles de manifestantes a la céntrica plaza de El Cairo, principal escenario de la revuelta contra Mubarak y su régimen iniciada hace ocho días.


Plaza de la Liberación

Egipto vivió ayer una de las jornadas más importantes de su historia como país independiente. Según reconoció Mubarak en un discurso de última hora al país, el régimen egipcio no seguirá siendo el mismo después de que miles de manifestantes tomaran la plaza cairota de Tahrir. La república vitalicia no será ya la república hereditaria en que pretendía convertirla Mubarak, tras anunciar que no se presentará a las próximas elecciones. Ante la pasividad del ejército, que calificó de legítimas las protestas, y una decreciente beligerancia de la policía, los manifestantes parecen dispuestos a continuar en la plaza hasta que Mubarak abandone la presidencia.

La formidable convulsión política que vive el mundo árabe obliga a tomar partido entre las aspiraciones de libertad y de progreso de unas poblaciones sojuzgadas y el complejo juego de intereses, tanto internos como internacionales, que han mantenido en el poder a sus tiranos. A favor de Mubarak se han pronunciado hasta ahora aquellos autócratas árabes que ven en su suerte la que podrían correr ellos. También el Gobierno de Benjamín Netanyahu y el presidente Simón Peres, guiados por una interpretación limitada, cortoplacista y seguramente equivocada de los intereses de Israel. Al menos de manera expresa, no ha sido el caso de Estados Unidos ni de la Unión Europea, que, pese a los temores y las incertidumbres que despierta en sus diplomacias el proceso en curso, han optado por exigir una transición ordenada y la celebración de elecciones libres y con garantías -el presidente Obama le pidió ayer a Mubarak que no vuelva a ser candidato-. Europa ha tardado demasiado en adoptar esta posición, pero constituiría un grave error que, una vez adoptada, no perseverase en ella.

Mubarak se resiste a dimitir y Obama le pide que inicie "ahora" la transición democrática


Egipto gritó ayer alto y claro "adiós, adiós Mubarak". Centenares de miles o más de un millón de ciudadanos, el cálculo es imposible, salieron a la calle para celebrar una recién conquistada libertad, evidente pese a la permanencia del dictador, y para reclamar que el presidente abandonara el país de forma inmediata. El apoyo a la reforma política expresado por el Ejército no permitía una vuelta atrás. Pero Mubarak, de casi 83 años y enfermo, se limitó a anunciar por televisión que no se presentaría a la reelección en septiembre, algo que no ha calmado la presión popular. "Moriré en la tierra de Egipto", dijo. La presión al rais egipcio para que ponga fin a sus tres décadas de Gobierno no solo le llegó de la calle. El presidente de EE UU, su más fiel aliado en occidente, le conminó de madrugada a comenzar "ahora" la transición hacia la democracia, instando a la vez al ejército a velar por que el proceso de culmine de forma pacífica.

También el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan ha pedido un "paso diferente" a su colega egipcio. esde dentro, Mohamed El Baradei, premio Nobel de la Paz y ex director del Organismo Internacional de la Energía Atómica, rechazó el discurso de Mubarak de "truco" para permanecer en el poder.


El rol decisivo de la "dinastía" militar

Desde hace 60 años controla los resortes de la política y la economía; es el verdadero eje del poder.  Es posible que caiga Hosni Mubarak. Pero las fuerzas armadas difícilmente permitirán que la salida del presidente arrastre al régimen político-militar instaurado hace seis décadas por Gamal Abdel Nasser. Desde el golpe nacionalista de 1952 que derrocó al rey Faruk, los militares son el verdadero eje de poder en Egipto. Ahora, una vez más, serán el factor que determinará el desenlace de la crisis que enfrenta Mubarak.

Las fuerzas armadas son un caso casi único en la historia moderna de Medio Oriente. Desde que llegaron al poder nunca permitieron que los civiles les arrebataran el control de los resortes decisivos de la política y la economía. Los cuatro presidentes que tuvo Egipto en estos 59 años fueron militares (Mohammed Naguib, Nasser, Anwar el-Sadat y Mubarak).

Como una dinastía que se perpetúa en el mando, la actual elite castrense es la heredera (ideológica) del Movimiento de Oficiales Libres, creado por Nasser con jóvenes menores de 35 años, casi todos surgidos de hogares campesinos o de clase media. Aun en la actualidad, la carrera militar representa casi el único ascensor de promoción social.

Mubarak: 'Será la Historia la que me juzgue'

Ante las decenas de miles de egipcios que siguen ocupando la céntrica Plaza de Tahrir en El Cairo pidiendo su salida, y la falta de apoyo exterior, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, ha anunciado que no se presentará a las próximas elecciones presidenciales.




En un emocional discurso, con múltiples referencias a su trayectoria personal como soldado que había luchado por la libertad del país, Mubarak intentó presentarse como un hombre que "nunca ha buscado ocupar un cargo de tanta responsabilidad y poder", a la vez que argumentaba que era el único con "legitimidad" para liderar el proceso de transición.

Mubarak también se esforzó en presentar los últimos días como una época de pánico y caos, insistiendo en que "las manifestaciones que inicialmente fueron actos pacíficos celebrando la libertad de expresión han sido explotados por quienes quieren acabar con la legitimidad constitucional". Además, calificó a éstos como personas que se dedican a atacar "misiones diplomáticas, propiedades públicas y privadas".

"Los incidentes de los últimos días nos han obligado a escoger entre el caos y la estabilidad", declaró el presidente egipcio a través de la televisión estatal. "Yo inmediatamente respondí a las peticiones del pueblo con la formación de un nuevo gobierno; instruí al vicepresidente para que contactara con la oposición para materializar estas demandas".


Egipto: crece la tensión luego de que Mubarak se negara a renunciar

Noveno día de protestas en Egipto. Los manifestantes exigen hace más de una semana ya que el actual mandatario Hosni Mubarak deje su cargo. El presidente aseguró ayer en un mensaje trasmitido en vivo por la televisión estatal que no presentará en las próximas elecciones a realizarse en septiembre próximo y que hará un pasaje de poder pacífico a quien sea electo por el pueblo. La noticia no fue bien recibida por las personas que se encontraban en las calles y en lugares como Alejandría se registraron serios incidentes.



En el mensaje Mubarak aseveró que siempre trabajó para Egipto y lo seguirá haciendo hasta el último minuto de su vida. Además, manifestó que no abandonará el país huyendo al exilio como lo hizo hace pocas semanas el ex presidente tunecino Ben Alí.

Mientras tanto, una multitud de manifestantes se hizo presente en la plaza Tahrir, en el centro de El Cairo, exigiéndole su renuncia al cargo de presidente. Alrededor de 1 millón de personas participaron en toda la capital de ese país de las protestas para reclamar por la dimisión de Mubarak, y cientos de miles lo hicieron en otras ciudades del país como Alejandria, Ismailia, Suez y el Sinaí, mientras el vice Omar Suleiman inició encuentros con representantes de la oposición.

Australia se prepara para el mayor ciclón de su historia



Yasi, con fuerza similar al Katrina, llegará hoy a la costa con vientos de 280 kilómetros por hora.- Cerca de 300.000 personas han abandonado sus casas. Australia está en estado de máxima alerta. Unas 300.000 personas han huido de sus hogares y se han reunido en refugios al noreste de Australia a la espera de la llegada de un ciclón con un frente de 650 kilómetros de ancho y con vientos que podrán alcanzar los 280 kilómetros por hora. Se espera que toque tierra con categoría 5 en la costa de Queensland a las 10 de la noche. Se espera que su fuerza esté a la par con el huracán Katrina, que devastó Nueva Orleans en 2005 .

"Nos enfrentamos a una tormenta de proporciones catastróficas", ha declarado Anna Bligh, presidenta del estado de Queensland, después de que el ciclón Yasi fuera elevado a tormenta de categoría cinco. El servicio meteorológico australiano asegura que será el ciclón más fuerte que jamás haya golpeado el país. "Este ciclón se va a ser terrible y, potencialmente, muy, muy dañino ", agregó Bligh. La mayor amenaza podría venir de las mareas a lo largo de la costa debido al golpe del mar cuando la marea esté alta.

Minas, vías férreas y puertos de carbón han cerrado, mientras los funcionarios advierten de que la tormenta podría adentrarse en el interior cientos de kilómetros, alcanzando las zonas rurales y mineras que continúan luchando por recuperarse después de meses de devastadoras inundaciones. Hay pocas tiendas abiertas, las universidades han sido protegidas con sacos de arena y tablones en las ventanas, e incluso los militares se apresuran para sacar de la zona a sus barcos y aviones a tiempo.

Ayer, los militares evacuaron a cerca de 40.000 personas de las zonas bajas costeras. Se espera que los fuertes vientos previstos aumenten unos 5 metros el nivel del agua. En el aeropuerto de Cairns, la gente hace cola desde la madrugada para coger los últimos vuelos antes de que la terminal fuera cerrada.


Calculan que son 300 los muertos desde que se inició la protesta

Los muertos en Egipto desde que se iniciaron las revueltas que exigen la renuncia de Hosni Mubarak serían unos 300, según estimó la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay.

Además, se elevó la estimación de heridos, que según Naciones Unidas, ascenderían a 3.000. Ambas cifras son muy superiores a las estimadas hasta el momento. Pillay consideró que la situación es preocupante. “Ante las expectativas de que salgan a la calle un millón de personas el martes, insto tanto al Ejército como a la policía a actuar con el máximo cuidado y moderación”, dijo la funcionaria.

Pillay dijo además que las “autoridades tienen la clara obligación de proteger a la población, incluido su derecho a la integridad, a reunirse y a la libertad de expresión'”. Y pidió al Ejecutivo egipcio que restablezca la libertad de información y desbloquee internet.

“La población –agregó- parece rechazar inequívocamente un sistema que niega los derechos fundamentales de las personas y que ha cometido una serie de graves violaciones, como la tortura ampliamente extendida”. Un Ejecutivo que gobierna desde hace 30 años con leyes de emergencia “ha demostrado claramente que los derechos humanos no son precisamente una de sus principales preocupaciones”, concluyó la funcionaria.

martes, febrero 01, 2011

Mubarak anuncia que no dimite pese a las protestas

El presidente de Egipto, Hosni Mubarak, no está dispuesto a dimitir. Tras la manifestación de cientos de miles que ha durado todo el día, el máximo mandatario ha anunciado que no se presentará a las próximas elecciones, en septiembre, aunque permanecerá en el poder con un nuevo Gobierno abierto al diálogo con todas la fuerzas y a las reformas democráticas. Además, asegurará las medidas para una "transición pacífica del poder dentro de la Constitución".

A pesar del rechazo del diálogo por parte de la oposición, el presidente ha anunciado que se dirige directamente a todos los egipcios para asumir sus responsabilidades, aunque ha avisado que no rechazará sus deberes.

Mubarak se ha visto obligado a tomar esta decisión tras la gran marcha convocada por el movimiento opositor en el centro de El Cairo para exigir su dimisión y el final de sus 30 años de régimen. La presión de los manifestantes no se ha diluido a pesar de que ya ha caido la noche en El Cairo. La cadena de televisión Al Yazira, cuyas cámaras siguen en directo el desarrollo de la marcha, ha calculado que la protesta ha reunido a dos millones de personas mientras fuentes oficiales han cifrado la concentración en un millón. Tras varias horas entre la multitud, el corresponsal de la televisión ha asegurado que los protestantes no piensan moverse "hasta que Mubarak se vaya". De hecho, los objetivos siguen siendo los mismos que esta mañana, cuando comenzó la protesta. Mientras esperan a que el todavía presidente se dirija a la población, un joven se ha dirigido a las cámaras de Al Yazira con una única idea: "Si Mubarak se va, yo vivo".

Clamor contra Mubarak


Tras 30 años, la olla a presión está explotando. El pueblo de Egipto está dejando clara su opinión en la Plaza de Tahrir, en el corazón de El Cairo, con una marea humana impresionante formada por jóvenes y mayores, religiosos y laicos, islamistas y nacionalista. Todos están unidos con una misma voluntad: derrocar a su odiado presidente Hosni Mubarak.

Miles de egipcios han tomado las calles para asistir a la gran manifestación convocada por los movimientos opositores al régimen del presidente. Responden al llamamiento para la 'marcha del millón'. Sin embargo, el cansancio también empieza a hacerse patente y, como ha dicho el Premio Nobel y opositor Mohamed El Baradei, esperan que todo termine este viernes.

Desde primera hora de la mañana, las calles aledañas a la plaza eran un ir y venir de egipcios. Según avanza la mañana, llegan a ella a cientos, pese a que como ha sucedido desde que el pasado 'martes de la ira', hace una semana, la desorganización es patente. Los ciudadanos no tienen demasiado claro a qué hora comenzaba la protesta.

Abdalá Shalva ha llegado desde Asuán hasta El Cairo para demostrar su repugna hacia Mubarak y su deseo de que se marche del país con toda su familia. "Mientras se vaya el diablo, cualquier organismo o idea es bienvenida", concluye resumiendo la opinión generalizada de los egipcios.

La mujer y los hijos de Mubarak, refugiados en Londres


Al igual que sucedió en su momento con los parientes del sha de Irán, Mohammad Reza Pahlevi, y con los de Duvalier en Haití, un sitio web árabe informó ayer que la familia del presidente egipcio, Hosni Mubarak, escapó de Egipto en un avión privado y se refugió en una mansión en el centro de Londres, con 97 valijas y cajas.

El hijo del mandatario, Gamal, de 47 años, hasta hace pocos días considerado el probable sucesor de su padre, fue el cerebro del plan de fuga hacia Londres, del que también habrían participado su madre, Suzanne, de 69 años; su hermano mayor, Alaa, de 49 años, y la hija de Gamal.

Lejos de las protestas que sacuden a Egipto, los Mubarak se habrían refugiado en el exclusivo barrio londinense de Knightsbridge, muy cerca de la tienda Harrods, donde tienen una mansión de ladrillos a la vista de estilo georgiano, valuada en más de 13 millones de dólares.

Según informó ayer la prensa británica, a la lujosa propiedad de seis pisos y cinco habitaciones también llegaría en breve el presidente egipcio. Mubarak, que es el presidente de Egipto desde 1981, amasó una fortuna superior a los 40.000 millones de dólares.

The Sun indicó ayer que algunos empleados del aeropuerto de Heathrow vieron llegar a Suzanne, la esposa de Mubarak, conocida por su gusto por la alta costura y el lujo.

"Suzanne, Gamal y su hijo mayor, Alaa, se han convertido en símbolos del exceso y la corrupción en Egipto. Suzanne, que es mitad galesa, incluso es llamada María Antonieta, por su fascinación por la opulencia", añadió. La primera dama egipcia tiene pasaporte británico debido a que su madre, Lily May Palmer, era galesa.

Por otra parte, el canal en árabe de la BBC informó que los egipcios "influyentes" se dirigen a Londres con sus esposas, incluidos altos cargos del gubernamental Partido Nacional Democrático (PND), como Ahmad Ezz, una de las figuras políticas cercanas a Gamal Mubarak.

Cientos de miles de egipcios claman contra Mubarak


Cientos de miles de personas participan a estas horas en la gran marcha convocada por el movimiento opositor en el centro de El Cairo para exigir la dimisión del presidente egipcio, Hosni Mubarak, y el final de sus 30 años de régimen. La cadena de televisión Al Yazira, cuyas cámaras siguen en directo el desarrollo de la marcha, asegura que la protesta ha reunido a un millón de personas. Desde las once de la mañana (hora española), la plaza de Tahrir (de la Liberación), epicentro de las protestas para exigir reformas democráticas en el país árabe, es escenario de la multitudinaria manifestación bajo el lema "Abajo Mubarak, todos contra Mubarak".

El líder opositor y premio Nobel de la Paz Mohamed El Baradei, que participa en la marcha, ha instado al presidente egipcio a que abandone el poder y salga del país antes de este viernes para evitar "un baño de sangre". Toda la oposición, incluido los Hermanos Musulmanes, la gran fuerza islamista de Egipto, acaba de llegar a un acuerdo basado en cuatro puntos: 1) Que Mubarak deje el poder 2) Disolución del Parlamento 3) Nueva Constitución 4) Creación de un Gobierno de transición.

Además, se constituirá un grupo de sabios encargado de establecer los mecanimos de diálogo para ordenar la transición, en el que participarán El Baradei, Amr Musa (secretario de la Liga Árabe) y Ahmed Zewail (premio Nobel de Química en el año 1999), que reside actualmente en Estados Unidos y ha sido llamado para participar en este cónclave. Se espera su llegada a El Cairo esta misma tarde.

Mosaico social

En la protesta participa un amplio espectro de la sociedad egipcia: gente joven, estudiantes, profesionales, familias enteras con sus hijos, muchos de ellos bebés, y egipcios con mayor poder adquisitivo que están aportando dinero para sufragar la comida y el agua para la multitud. Cada uno cuenta su historia, cómo está viviendo estos ocho días de revolución ciudadana contra la opresión de un régimen que parece tocar a su fin. Muchos de los congregados cantan y llevan flores y pancartas con lemas como "Amo Egipto". En el centro de la plaza, además de pancartas en las que se reclama la salida de Mubarak y el regreso de la democracia, se ha instalado una gran pantalla en la que se están proyectando fotos de las protestas para romper así la censura de la prensa oficial egipcia, que no está informando de lo que ocurre en la calle.

 
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