El presidente egipcio, Hosni Mubarak, que se resiste a abandonar el poder, ha ordenado hoy la suspensión del Parlamento hasta que se revisen los resultados de las elecciones legislativas del pasado diciembre. El anuncio ha sido hecho tras la petición del Ejército a los manifestantes para que vuelvan a sus casas. La oposición denunció el fraude masivo en esos comicios en el que el partido de Mubarak se hizo con la casi totalidad de los escaños.
El Ejército egipcio ha tomado la palabra hoy para llamar a los ciudadanos, que inician el noveno día de protestas, a que vuelvan a sus casas. Lo ha hecho horas después de escuchar el anuncio de Hosni Mubarak de que no se va, pero que no se presentará a la reelección en las presidenciales de septiembre, y tras comprobar el poder de convocatoria del movimiento que reclama la salida del dictador con una masiva concentración -cientos de miles de personas- en la plaza de la Liberación de El Cairo.
Se ha escuchado vuestro mensaje y se van a atender vuestras demandas, dice el estamento militar, actor clave en el país por el apoyo del que goza entre la población pero también como cuna del actual presidente y de los dos anteriores. El comunicado militar se ha producido mientras comenzaban de nuevo a acudir miles de manifestantes a la céntrica plaza de El Cairo, principal escenario de la revuelta contra Mubarak y su régimen iniciada hace ocho días.
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