Llegó el temido “día después”. Tras cuatro meses de precios en teoría congelados, el “efecto deshielo” copó los supermercados. Y mientras el Gobierno se concentra en los 500 productos que aún siguen bajo acuerdo, el resto de la mercadería –la gran mayoría– sufrió subas generalizadas. Como si se hubiera destapado una olla a presión, en el último mes y medio los aumentos llegan hasta el 30%, mientras cuesta mucho conseguir los productos al precio oficial.
Hay ejemplos elocuentes. En mayo, el queso crema Mendicrim se vendía a $ 12,93 en Disco y Vea, y ahora está a $ 16,99 (31% más). La leche en sachet con calcio agregado La Serenísima, que costaba $ 5,29 en Carrefour, ya sale $ 6,55 (un 23% más). Y la salsa pomarola Knorr aumentó un 22%: saltó de $ 6,68 a $ 8,15 en Coto, y de $ 5,40 a $ 6,60 en Walmart, donde también el limpiador cremoso Cif pasó de $ 7,88 a $ 10, un 27% más.