Ante las decenas de miles de egipcios que siguen ocupando la céntrica Plaza de Tahrir en El Cairo pidiendo su salida, y la falta de apoyo exterior, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, ha anunciado que no se presentará a las próximas elecciones presidenciales.
En un emocional discurso, con múltiples referencias a su trayectoria personal como soldado que había luchado por la libertad del país, Mubarak intentó presentarse como un hombre que "nunca ha buscado ocupar un cargo de tanta responsabilidad y poder", a la vez que argumentaba que era el único con "legitimidad" para liderar el proceso de transición.
Mubarak también se esforzó en presentar los últimos días como una época de pánico y caos, insistiendo en que "las manifestaciones que inicialmente fueron actos pacíficos celebrando la libertad de expresión han sido explotados por quienes quieren acabar con la legitimidad constitucional". Además, calificó a éstos como personas que se dedican a atacar "misiones diplomáticas, propiedades públicas y privadas".
"Los incidentes de los últimos días nos han obligado a escoger entre el caos y la estabilidad", declaró el presidente egipcio a través de la televisión estatal. "Yo inmediatamente respondí a las peticiones del pueblo con la formación de un nuevo gobierno; instruí al vicepresidente para que contactara con la oposición para materializar estas demandas".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario