El capitán de la nave Costa Concordia, Francesco Schettino, ha admitido a la policía que el accidente se debió a un error suyo, según indica la BBC citando un documento filtrado de la investigación. Schettino ordenó que el buque se diera la vuelta "demasiado tarde", según fuentes judiciales. "Conocía muy bien las profundidades de la zona", ha explicado.
El martes, Schettino fue puesto bajo arresto domiciliario. "Imprudente, incapaz y fuera de quicio". Valeria Montesarchio, la juez de Grosseto, califica así la conducta del capitán. La magistrada ha permitido que Schettino vuelva con su familia, cerca de Nápoles, porque opina que es improbable que se fugue, en contra de lo que sostienen los fiscales. "Schettino se quedó en la costa de la isla de Giglio toda la noche, viendo cómo se hundía el Concordia", dijo Montesarchio. Si no huyó en aquellos momentos, cuando el desastre asumía proporciones cada vez más dramáticas, es improbable que lo haga ahora
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