Los dirigentes de los ocho países más ricos del mundo (G8) inician hoy una cumbre de dos días en Deauville (Francia) en la que debatirán la primavera árabe, la crisis económica, la seguridad nuclear y la regulación de Internet.
La reunión comienza con un almuerzo de trabajo ofrecido por el anfitrión, Nicolas Sarkozy, al presidente de EE UU, Barack Obama, el ruso Dmitri Medvédev, y los primeros ministros de Japón, Reino Unido, Italia, y Canadá, junto con la canciller alemana, Angela Merkel.
La agencia Reuters ha adelantado el borrador de las declaraciones consensuadas por los países que participan en la cumbre. Los líderes del G-8 exigen al líder libio Muamar el Gadafi que detenga la violencia y busque una solución política en Libia. Han lanzado también un mensaje contra el régimen sirio y han pedido a Bachar el Asad, incluido en la lista negra de la Unión Europea, que "deje de usar la fuerza y la intimidación contra la pueblo sirio y entablar un diálogo y las reformas fundamentales".
Los dirigentes de los ocho países más ricos del mundo piden, según el borrador, una solución para Oriente Próximo y llaman a israelíes y palestinos a sentarse juntos y negociar sin más demora. De hecho, la cena de esta primera jornada se dedicará a la primavera árabe con un recorrido por la situación en Túnez, Egipto, Libia, Siria y Yemen.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario