No es exagerado decir que el PSOE está en uno de sus peores momentos de toda la etapa democrática. Con un resultado catastrófico en municipales y autonómicas, sin líder para el futuro y tan solo a unos meses de unas elecciones generales que, salvo milagro laico, conducirán al PP a la mayoría absoluta.
El problema está en cómo sale el PSOE de esta situación o, al menos, pueda tener un mínimo de reacción política, de impulso, de despertar a sus votantes.
A día de hoy, sólo puede haber tres escenarios, pero una sola realidad verdadera: las circunstancias políticas en la que están los socialistas son las peores imaginables.
Estas son las tres posibilidades que, a buen seguro, analizará hoy la Ejecutiva Federal y el próximo sábado el Comité Federal, máximo órgano del partido entre congresos, donde puede haber sorpresas.
Sólo primarias
Como si no hubiera pasado nada, los socialistas podrían optar por el plan previsto antes de la hecatombe del 22-M. Es decir, abrir de forma inmediata el proceso de primarias para elegir un candidato antes del verano que se presente a las elecciones generales que no se adelantarían. Algunos dirigentes del PSOE creen que, después de lo que ha pasado, no sirven ya "sólo unas primarias" para afrontar la situación, y que sería "un parche" que sólo conduciría a la derrota.
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