Varios factores propician esa situación, entre ellos, las reiteradas amenazas del presidente venezolano Hugo Chávez de dejar sin crudo a EE.UU. Además, está la explosión de una importante refinería de gasolina en Estados Unidos, el creciente aumento de la demanda de crudo en Norteamérica y las limitaciones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) para aumentar su producción. El más reciente acontecimiento que puso nervioso al mercado internacional ocurrió el pasado jueves cuando se registró una violenta explosión en la refinería de BP en Texas City, la tercera en importancia de los Estados Unidos, que dejó 15 personas muertas. Aún se desconoce la causa del accidente, pero este solo hecho, que originó preocupaciones por el abastecimiento de gasolina en el verano, provocó que el precio cerrara el jueves con un alza de 1,03 dólares por barril a 54,84 dólares. Este viernes, los mercados estuvieron cerrados. Los precios mundiales del crudo han escalado casi un 50 por ciento en el último año, y la semana pasada la cotización había alcanzado un récord de 57 dólares. La actitud del presiente venezolano Hugo Chávez, quien se propone usar el petróleo como herramienta para posicionar a su país (quinto exportador mundial de crudo) en el mapa internacional también presiona el mercado. En febrero del 2004 Chávez amenazó por primera vez con cortar el suministro al gobierno del presidente George W. Bush. En aquella oportunidad hubo un aumento en el precio de la gasolina en Estados Unidos, lo que fue atribuido, en parte, a las declaraciones del mandatario venezolano. Este año, la retórica antiestadounidense ha ido en aumento, y de nuevo las amenazas de corte de suministro han salido a flote, esta vez de forma repetida y bajo la supuesta amenaza de un magnicidio que, según Chávez, se estaría fraguando en su contra desde Washington. "Nosotros queremos suministrar petróleo a Estados Unidos (...) no vamos a impedir el suministro, a no ser que su gobierno trate de dañarnos", recalcó el mandatario. El 'daño', sería un supuesto intento de asesinato. Chávez también se ha encargado de demostrar su liderazgo en el mundo petrolero el cual se ha hecho especialmente visible en las últimas visitas realizadas por el jefe de Estado a China, India, Argentina y Uruguay.
En los dos primeros, Venezuela ha sentado las bases para tratar de convertirse en suplidor de crudo, mientras que en los otros dos se garantiza la venta de petróleo a cambio de otros productos y bajo condiciones beneficiosas.
La oferta limitada también preocupa. Los anuncios de la Opep, de la cual hace parte Venezuela, de incrementar en 500.000 barriles diarios la producción y de subirla en otro medio millón si los precios no llegaran a relajarse, tampoco le ha hecho mucha mella al mercado. Las dudas se fundamentan en que con una producción que ya está en su nivel más alto de los últimos 25 años y para el cártel no es fácil seguir atendiendo la demanda. Entre tanto, otros grandes productores, como Rusia y Noruega, no pueden sumar mucho más a la oferta de este año. "Tenemos que ser conscientes de que probablemente los precios del petróleo seguirán altos, aunque probablemente no a este nivel (57 dólares), durante los dos próximos años, debido a la presión de la demanda y también debido a las restricciones de la oferta", había dicho la semana pasada en Nueva Delhi el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Rodrigo de Rato.
En los dos primeros, Venezuela ha sentado las bases para tratar de convertirse en suplidor de crudo, mientras que en los otros dos se garantiza la venta de petróleo a cambio de otros productos y bajo condiciones beneficiosas.
La oferta limitada también preocupa. Los anuncios de la Opep, de la cual hace parte Venezuela, de incrementar en 500.000 barriles diarios la producción y de subirla en otro medio millón si los precios no llegaran a relajarse, tampoco le ha hecho mucha mella al mercado. Las dudas se fundamentan en que con una producción que ya está en su nivel más alto de los últimos 25 años y para el cártel no es fácil seguir atendiendo la demanda. Entre tanto, otros grandes productores, como Rusia y Noruega, no pueden sumar mucho más a la oferta de este año. "Tenemos que ser conscientes de que probablemente los precios del petróleo seguirán altos, aunque probablemente no a este nivel (57 dólares), durante los dos próximos años, debido a la presión de la demanda y también debido a las restricciones de la oferta", había dicho la semana pasada en Nueva Delhi el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Rodrigo de Rato.
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