Con tecnologías odernas se comunicó la muerte de Juan Pablo II

A pesar de ser una de las instituciones más arraigadas en el pasado del mundo, el Vaticano ha utilizado las más modernas tecnologías para dar a conocer al mundo entero la muerte del Papa. Durante siglos, los fieles han conocido la dolorosa noticia al ver con sus propios ojos cerrarse una de las puertas de bronce de la Basílica de San Pedro, o al escuchar el toque a muerto de las campanas. Esta vez la Santa Sede ha usado un método mucho más propio del siglo XXI: los SMS y el correo electrónico. Los corresponsales de las principales agencias informativas y televisiones del mundo recibieron minutos después de la muerte del Papa un mensaje en sus teléfonos móviles. "Declaración urgente en su correo electrónico", decía el SMS que le llegó al corresponsal de AFP en Roma a las 21h 52’ 26". En el buzón de correo encontraron el mismo texto que minutos después se hizo público: "El Santo Padre ha muerto esta noche a las 21.37 horas (19.37 GMT) en su apartamento privado. Todos los procedimientos previstos en la Constitución Apostólica ’Universi Dominici Greguis’, promulgada por Juan Pablo II el 22 de febrero de 1996, se han puesto en marcha". Firmado por el portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls. El Vaticano ha demostrado una vez más que está a la última en esto de las nuevas tecnologías. No en vano, la página web de la Santa Sede mostraba, ápenas una hora después del fallecimiento del Santo Padre, no sólo un obituario de Juan Pablo II sino también un encabezamiento que reza: "Sede vacante". El propio Juan Pablo II fue el primero en utilizar, en los últimos años de su Pontificado, el enorme potencial de Internet para llegar a todos los rincones del planeta, una red que el propio Pontífice calificó como "una herramienta maravillosa", pero que "necesita ser regulada para evitar que la depravación inunde el ciberespacio". El Santo Padre fue pionero en la retransmisión on line de los sermones y homilías, como cuando en 1988 sorpendió a los católicos al rezar el ángelus en la Red, o en 1995, al saludar personalmente a los internautas en 53 lenguas.