En su editorial del día de hoy, el diario colombiano El Tiempo, dice lo siguiente:
Cinco votaciones, cinco empates a 17 votos. En un pulso sin antecedentes en las relaciones hemisféricas se convirtió el lunes la contienda, aún no resuelta, por la Secretaría General de la OEA -acéfala desde el escándalo que hace seis meses causó la caída de ese cargo del ex presidente costarricense Miguel Ángel Rodríguez-. Dos candidatos que a primera vista no deberían suscitar resistencias, el canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez, y el ministro del Interior chileno, José Miguel Insulza, resultaron, de la noche a la mañana y casi contra su voluntad, abanderados de dos bloques con contrapuestos intereses políticos, económicos y aun geográficos. Y no solamente ideológicos, como se ha señalado en forma algo simplista en algunos medios.
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