La Iglesia Católica ya tiene nuevo Papa. El humo blanco salido por la chimenea de la Capilla Sixtina ha anunciado que los 115 cardenales electores han llegado a un acuerdo después de un día y medio de deliberaciones en el cónclave. Millones de fieles de todo el mundo esperan ahora impacientes conocer la identidad del sucesor de Juan Pablo II. La Iglesia Católica ya tiene nuevo Papa. El humo blanco salido por la chimenea de la Capilla Sixtina y el repicar de campanas en San Pedro confirman que los 115 cardenales electores han llegado a un acuerdo después de un día y medio de deliberaciones en el cónclave. Millones de fieles de todo el mundo esperan ahora impacientes conocer la identidad del sucesor de Juan Pablo II.
La elección del sucesor de Juan Pablo II se ha producido en la cuarta votación, en el segundo día de Cónclave. La fumata blanca salió de la chimenea de la Capilla Sixtina a las 17.50 horas local. Por primera vez, ha sido acompañada por el repicar de las campanas en la Plaza de San Pedro.
Decenas de miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro del Vaticano recibieron con gritos y aplausos entusiastas la elección del nuevo Papa y ahora esperan la aparición en los próximos minutos del cardenal chileno Jorge Arturo Medina Estévez, el encargado de anunciar al mundo el nombre del nuevo Papa con la fórmula 'Annuntio vobis gaudium magnum Habemus Papam' pronunciada desde el balcón de la basílica de San Pedro.
Después de dos fumatas negras, una en la tarde del lunes (tras una votación) y otra en la mañana del martes (tras dos votaciones), los 115 cardenales electores han llegado a un acuerdo para designar al nuevo Pontífice en su cuarto intento. El elegido ha contado con el apoyo de al menos 77 purpurados, dos tercios de los votos de los presentes en el cónclave.
En el siglo XX, sólo León XIII, Pío XII y Juan Pablo I fueron elegidos tras únicamente dos días de cónclave.
Tras el recuento y según establece el ritual, en el interior de la Capilla Sixtina, el Cardenal Decano, Joseph Ratzinger ha pedido su consentimiento al elegido en nombre de todo el Colegio: "¿Aceptas tu elección canónica para Sumo Pontífice?". Y antes de levantar acta se le ha preguntado con qué nombre quiere ejercer su Pontíficado. A continuación, según marca la tradición, todos los cardenales se arrodillaron ante el nuevo Papa.
En los últimos días, ha habido nombres que han sonado con más fuerza que otros como posibles sucesores de Juan Pablo II. Joseph Ratzinger, Carlo Maria Martini o Claudio Hummes son algunos de los favoritos. También Ivan Dias, Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga o Dionigi Tettamanzi han aparecido habitualmente en las quinielas. Pero de momento la identidad sigue siendo una incógnita.
En cualquier caso todo varón mayor de 30 años y bautizado puede ser designado Papa, según establece la Constitución apostólica Universi Dominici Gregis de 1996. Aunque, al margen de la teoría, lo habitual es que el elegido sea un cardenal. Urbano VI, en 1378, fue el último Papa que no tenía este cargo.
La elección del sucesor de Juan Pablo II se ha producido en la cuarta votación, en el segundo día de Cónclave. La fumata blanca salió de la chimenea de la Capilla Sixtina a las 17.50 horas local. Por primera vez, ha sido acompañada por el repicar de las campanas en la Plaza de San Pedro.
Decenas de miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro del Vaticano recibieron con gritos y aplausos entusiastas la elección del nuevo Papa y ahora esperan la aparición en los próximos minutos del cardenal chileno Jorge Arturo Medina Estévez, el encargado de anunciar al mundo el nombre del nuevo Papa con la fórmula 'Annuntio vobis gaudium magnum Habemus Papam' pronunciada desde el balcón de la basílica de San Pedro.
Después de dos fumatas negras, una en la tarde del lunes (tras una votación) y otra en la mañana del martes (tras dos votaciones), los 115 cardenales electores han llegado a un acuerdo para designar al nuevo Pontífice en su cuarto intento. El elegido ha contado con el apoyo de al menos 77 purpurados, dos tercios de los votos de los presentes en el cónclave.
En el siglo XX, sólo León XIII, Pío XII y Juan Pablo I fueron elegidos tras únicamente dos días de cónclave.
Tras el recuento y según establece el ritual, en el interior de la Capilla Sixtina, el Cardenal Decano, Joseph Ratzinger ha pedido su consentimiento al elegido en nombre de todo el Colegio: "¿Aceptas tu elección canónica para Sumo Pontífice?". Y antes de levantar acta se le ha preguntado con qué nombre quiere ejercer su Pontíficado. A continuación, según marca la tradición, todos los cardenales se arrodillaron ante el nuevo Papa.
En los últimos días, ha habido nombres que han sonado con más fuerza que otros como posibles sucesores de Juan Pablo II. Joseph Ratzinger, Carlo Maria Martini o Claudio Hummes son algunos de los favoritos. También Ivan Dias, Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga o Dionigi Tettamanzi han aparecido habitualmente en las quinielas. Pero de momento la identidad sigue siendo una incógnita.
En cualquier caso todo varón mayor de 30 años y bautizado puede ser designado Papa, según establece la Constitución apostólica Universi Dominici Gregis de 1996. Aunque, al margen de la teoría, lo habitual es que el elegido sea un cardenal. Urbano VI, en 1378, fue el último Papa que no tenía este cargo.
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